martes, 5 de julio de 2016

Interpelado por un afín desconocido


Caminar por la ciudad a veces puede deparar "pequeñas" grandes sorpresas, como sea la de encontrarse, por ejemplo, con frases de autores que nunca pensaste ver escritas en una pared. Fue lo que me ocurrió anoche, en el cruce de las avenidas Córdoba y Dorrego, barrio porteño de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires. De imprevisto, y para mi asombro, salieron a mi encuentro personajes en apariencia tan dispares como Brian Weiss, Horacio Gorodischer y Terence Mckenna, en el momento en el que menos los esperaba, pero cuando algunas de estas ideas venían revoloteando dispersas por mi mente. Qué experiencia subjetiva, que manifiesto personal, que itinerario espiritual habrá querido plasmar el autor de tales trazos, permanecerá seguramente como un enigma para mí. Pero de lo que estoy seguro, es que crucé la calle para continuar mi camino, con la sensación de que había encontrado, a la distancia, un espíritu afín, alguien con quien mis fibras más íntimas, y las suyas, habían conectado por breves instantes. Esas frases me hablaban, y a través de ellas, su misterioso divulgador. Había un otro, ignoto perdido en la ciudad, para quien eran importantes las mismas cosas.



 Brian Weiss
 Horacio Gorodischer
Terence Mckenna

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