Nota del autor del Blog: En este recorrido que venimos ensayando por las diversas manifestaciones del lenguaje artístico y religioso, hoy tenemos la alegría de compartir, con aval de su autora, uno de los tantos cuentos nacidos de la pluma creativa de una reconocida profesora y artista de la Universidad del Salvador, Ana Silvia Karacic. Con Lindisfarne (793 d.c), damos inicio además a una serie de cuentos breves que aquí irán teniendo su espacio, sección en la cual Ana Silvia será además, una de nuestras referentes predilectas. Que lo disfruten. Gracias, Ana Silvia!
Lindisfarne (793 d.C.)
A Jorge Luis Borges
“…y olvidarás en el sueño que tu
Espada bebió su sangre.” (ASK)
Como la lluvia que el desierto anhela y nunca llega, hoy, más de un milenio después me pregunto, tal vez con las ansias vanas del que espera sin saber qué espera, si rendida está el hacha del vikingo, absorta la mirada ante el llanto de la espada. O… si en la arena hundida está la lanza que espera en vano ser blandida por una mano ahora inerte.
Ni tu mano ni la mía dieron a luz la verdadera historia, retazos de memoria es lo que queda del tejido de las Nornas o de la mano del escriba.
Ni tus ojos ni los míos vieron en el rojo amanecer el drakkar oculto por la niebla, ni la sombra blanca del guerrero y su escudo.
Ni tus oídos ni los míos escucharon el entrechocar de las armas en una batalla que no fue, ni los gritos ahogados por el asombro de los hombres de la Cruz.
Hoy nos dicen que olvidemos porque el pasado ha muerto, pero ni tu alma ni la mía lo han creído alguna vez. Veo todavía la huella del vikingo en las piedras negras de las costas de Northumbria; y el drakkar inexpugnable como el dragón con el que un ignoto poeta soñó en la hora del alba.
¿Dónde están los antiguos dioses del Norte? ¿Dónde la furia del dios del martillo, y aquél aún más temido, el que todo lo ve con su único ojo, aquél que viaja con cuervos y lobos recogiendo como una sombra entre los cuerpos destrozados el alma del valiente?
En el insomnio de cada noche, como una astilla clavada en la mano, retorna a mí el enigma como un pájaro sin alas. ¿Habré acaso errado en tus playas en otro tiempo? ¿Habré rogado por mi vida, arrodillado y abrazando una cruz en la arena ensangrentada, o habré sido el otro, aquél que blandió el hacha? ¿Quién de ellos fui, el monje del cuerpo destrozado o el gigante de mirada torva y gutural alarido?.
Ni tú ni yo fuimos el amanuense que en la fría noche esculpió en perfecta caligrafía la agonía del monje y la victoria del vikingo.
Acaso sueño tu existencia y la mía en la soledad de este recinto oscuro y no he despertado todavía, o quizás me equivoco… y en la simultaneidad del tiempo, he sido ambos.
ASK
(2014)
Ana Silvia Karacic es orientalista, pintora y escritora. Especialista en mitología y religiones, ejerce como profesora titular, entre otras, de la Cátedra de Religiones Comparadas en la Universidad del Salvador. Ha publicado los libros: "El pueblo de la Bruma. El ciclo mitológico irlandés" y "Las religiones de Japón", ambos textos de tenor académico.
Simplemente maravilloso y de exquisita sensibilidad!!!
ResponderEliminarMuchas gracias!Te agradezco el comentario.
ResponderEliminarMaravilloso muy interesante.
ResponderEliminarMaravilloso muy interesante.
ResponderEliminarHola Martin, gracias!
EliminarMe parece maravilloso e intuitivo. Quisiera leer más.
ResponderEliminarEn mi blog alterno, "Otro bosque taoísta", cuyo enlace está en la columna derecha de esta página, vas a encontrar otro cuento de Ana Silvia, "En el Anochecer del Mundo". Muy pronto, subiré otros cuentos de la autora. Gracias por tu visita. Saludos!
Eliminar¡Como se puede transmitir tanto en tan pocas palabras! Un equilibrio perfectamente logrado. Me agradó mucho.
ResponderEliminarGracias Jorge!
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