Mostrando entradas con la etiqueta James Hillman. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta James Hillman. Mostrar todas las entradas

lunes, 3 de agosto de 2020

Virginia Modarelli: la importancia de una psicología imaginal

"Observando la aventura de nuestra vida, encontramos que en realidad se trata de una serie de metamorfosis similares por las que han pasado hombres y mujeres en todas las partes del mundo, en todos los siglos, desde que se guarda memoria. Si nuestro destino humano es experimentar esta larga supervivencia, debe haber una continua recurrencia del “nacimiento, muerte y resurrección” de modo simbólico en nuestras vidas. James Hillman sostiene que nuestras travesías, y especialmente nuestros encuentros con esos arquetipos universales están relacionados con la formación de nuestra alma, más aun, emprendemos nuestros viajes para desarrollarlas: colectivamente, estamos formando el alma del mundo. No importa qué otras cosas estemos haciendo para contribuir a mejorar el mundo en que vivimos, nuestro deber fundamental es emprender nuestros viajes álmicos. De otro modo, en lugar de traer más vida al mundo, y no importa cuánto y qué estemos tratando de dar, minamos la energía vital de los que nos rodean y dejamos nuestros mundos empequeñecidos. De eso se trata aventurarse en nuestra simbología, ya que adentrarse en ese mundo e intentar entender cuál es su significado y su sentido es la oportunidad del ser humano, junto con su libre albedrío, de dar un sentido a su vida.

La propuesta de una psicología que contemple la base poética de la mente, una psicología imaginal, que devuelva al ser humano su dimensión espiritual congénita colectivamente es indispensable para encaminarnos hacia una integración psicológica individual. La psicología moderna prohibió la subjetividad de las almas: aquello que escapa al control de la voluntad es patológico y peligroso. Como refiere acertadamente Hillman, nos han des-almado, vivimos des-almados en burbujas de individualismo (…)".

Psicóloga (Universidad de Buenos Aires, Facultad de Psicología y Facultad de Filosofía y Letras). Psicoterapeuta con orientación analítica. Docente. Texto cedido gentilmente por la autora para su publicación en este blog.


miércoles, 3 de junio de 2020

Notas sobre Activismo Espiritual (c)

Pintura: Michael ILE

El trabajo pionero de la educadora humanista Rachael Kessler (1946-2010) fue de un inmenso valor para destacar la importancia de cultivar la inteligencia espiritual en la educación de los niños, adolescentes y jóvenes, así como la relación inversamente proporcional existente entre una vida espiritual intensa y comportamientos socialmente destructivos como las adicciones y la violencia social, un aspecto otrora ya señalado por C.G.JungJ. CampbellM. Woodman, y otros. Kessler destacó la consideración del aula como centro de pertenencia y desarrollo personal, mucho más allá del mero espacio para la adquisición de conocimientos y habilidades útiles para la vida personal y profesional. Con un espíritu de similar profundidad a la de otros grandes pedagogos de los siglos xix y xx (Bosco, Montessori, Steiner, Freire, etc), Kessler se preguntó, en la línea de James Hillman, qué podría hacerse para que algunas clases tuvieran “alma”, y cómo los docentes pueden aprender a discernir cuando se accede al corazón de los alumnos. Desde esas experiencias intensísimas de relación y aprendizaje es que logran consolidarse los patrones de motivación intrínseca y promoción espiritual. Fue así que propuso “7 puertas” para penetrar en la interioridad de los alumnos, accesibles ya desde la misma infancia, como espacios susceptibles de estímulo a través de muchas oportunidades presentes en la vida escolar y universitaria:

1) la necesidad de conexiones profundas, 
2) el deseo de silencio y soledad, 
3) la búsqueda de significado y propósito, 
4) el hambre de alegría y disfrute, 
5) el flujo creativo, 
6) la urgencia de trascendencia, y 
7) la necesidad de iniciación. 

La apertura respetuosa de cada una de estas puertas es la posibilidad que docentes y profesores tienen de estimular las voces interiores, consolidar reglas comunes para la convivencia, facilitar el despliegue de las preguntas últimas y promover el cuidado atento de la dimensión espiritual como condición necesaria para lo que a partir de hoy denominaremos un "existir conscienzado". Y ello, porque el ámbito de la inteligencia espiritual es la misma vida.

Tercera Serie - Juan Manuel Otero Barrigón