domingo, 25 de diciembre de 2016

Un sueño de Navidad

"¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son". Pedro Calderón de la Barca


Allá, a comienzos del siglo xx, un famoso señor tuvo la genial intuición de afirmar que “los sueños son realización de deseos”, y si bien debido al camuflaje tan propio del mundo onírico el asunto no es en principio tan sencillo como parece, a juzgar por lo que ocurre a veces, uno claramente sueña cosas que sencillamente son demasiado deseadas e impensables para que sucedan en la vida real.

Y si no, valga compartir mi breve y terrenal experiencia, que convirtió mi nochebuena postfestejos en el cumplimiento de un nostálgico sueño de adolescencia. Porque mas allá de los encuentros familiares y las sorpresas en el arbolito, no podía imaginar que el regalo estrella de Papa Noel iba a esperarme al cerrar los ojos y sumergirme en el océano del inconsciente.

No sé como ni porque razón, pero me descubrí en el Paseo La Plaza de la avenida Corrientes, o al menos, en un lugar demasiado parecido a aquel. Caminaba por los restoranes y los negocios, tal vez buscando la salida o simplemente vagando errante o predestinado por el lugar. Hasta que yo mismo advertí, o quizás alguna otra persona, que en uno de los bares estaba nada más ni nada menos que ese amor imposible traído directamente desde la adolescencia, ese que alimenta las fantasías de uno y que al modo de Beatriz a los ojos del Dante en la ¨Divina Comedia¨, se nos presenta alguna vez como el “ideal”; en mi caso, la cantante australiana Natalie Imbruglia. Y claro, naturalmente yo no podía creerlo. Bastó que mirara desde fuera del local, para comprobar que dentro y compartiendo un almuerzo junto con otras personas, estaba ella, sí, ella misma. Ahí, a pocos metros, mágicamente desde Australia hasta la av. Corrientes de la ciudad de Buenos Aires. No podía ser verdad. Pero allí estaba. Claro que no era el único que lo había advertido, y ya cuando me dí cuenta (o cuando "alguien" descubrió que estaba allí) había un gran tumulto de personas cuchicheando, comentando, o amagando con entrar y llevarse quizás algún autógrafo. Se me ocurrió pensar en sacarme una foto con ella, pero me dí cuenta que no tenía cámara, y en todo caso, solo podía apelar en esa ocasión única a la penosa camarita de mi celular, jamás usada y de calidad muy dudosa, pero que claro, era lo único que tenía a mano. En ese mismo momento, no sé si advirtiendo el tumulto o simplemente porque el almuerzo había terminado, ella junto con su grupo de amigos se ponía de pie. Era el momento, ahora o nunca. No podía dejarla ir sin más. ¿Como dejar escapar a esa mujer que tanto me inspiraba sin retratar el momento ni decirle nada? Sería imperdonable, pensaba. De manera que, además, le pediría que me escribiera unas palabras. Llevarme su letra impresa iba a reforzar también la veracidad de la ocasión, sería la prueba escrita de que indudablemente ella había estado allí. Hasta que me dí cuenta que ni papel ni birome tenía. Y no había tiempo de correr a buscar. ¿Y si al volver, medio minuto después, había desaparecido entre la gente? No, esa no era una opción. Afortunadamente, un alma caritativa, con cara de viejo compañero de secundario a quien no lo logro reconocer, y quizás dándose cuenta de mi cariño por la muchacha, me ofreció un pedazo de papel y un lápiz. Ahora, solo quedaba acercarme. Y eso hice, venciendo la resistencia del tumulto con una increíble facilidad, llegando a estar…¡frente a ella! Parecía la Natalie de los comienzos, la de los años 90', no con sus actuales jóvenes y hermosos treinta y cinco años de edad, sino la del principio de su carrera, la del pelo corto y look rebelde que me gustaba cuando recién la descubrí. Maravilla de los sueños, no existían las barreras idiomáticas. "¿Te sacás una foto conmigo?", le pregunté. Y ella asintió devolviéndome una sonrisa que hizo que las piernas se me aflojaran. En ese instante, solamente éramos ella y yo. Al menos para mí, claro. Pero el resto de los allí presentes parecían confirmarme en mi sensación, ya que nos rodeaban formando un círculo. Y la mediocre cámara de mi celular, en manos de este mismo muchacho del papel y lapiz y de indudable enorme corazón, retrataba el momento. Mi brazo derecho rodeaba los hombros de Natalie, mi piel junto a su suave piel, era el paraíso. Escuchaba los latidos de mi corazón, cerraba los ojos, y al abrirlos, ella seguía ahí. ¡¡No estaba soñando!! Y si lo estaba, todo era demasiado borgeano, sacado de sus célebres 'Ficciones'. Retratado el momento, me resistía a soltarla. Le pedí un autógrafo, aún con lo que los detesto, pero todo valía si se trataba de estirar la magia del instante. Con esa misma dulzura que yo siempre le atribuía, me lo firmó. Y cuando levantó la cabeza y me miró para despedirse, no pude evitarlo. Mirándola a los ojos, y con sonrisa de feliz cumpleaños, le dije: “Natalie, flaca, sos la mujer de mis sueños”. Ella volvió a sonreir tiernamente, aunque no me respondió. Estaba claro, ni en sueños iba a tener la más mínima chance. Hasta que sonó el despertador. Y aunque me resistí y luché, al final abrí los ojos lentamente. El sol hacía ya un largo rato que había asomado y reinaba en todo su esplendor, y el sábado caluroso de la ciudad me recibió a la realidad con un sabor agridulce. Aunque en esos breves segundos, nada importaba. Estiré el brazo y tomé un pequeño libro de frases junto al velador, y al abrirlo me encontré con estas palabras de George Bernard Shaw:"Ves cosas y dices,"¿Por qué?" Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, "¿Por qué no?".
Sin duda alguna, al menos, directamente desde mi inconciente, yo ya había tenido mi regalo de navidad.

Juan Manuel Otero Barrigón, escrito lúdico en Diciembre de 2009

viernes, 23 de diciembre de 2016

Decálogo de la vida poética

“Bohemia gitana”, de Camille Corot

DECÁLOGO DE LA VIDA POÉTICA

por Vagabundo del Tao (Juan Manuel Otero Barrigón)

1) Menos es más. La sabiduría de vivir consiste en reducir las cosas a lo esencial.

2) La vida poética nunca abandona su delirio. Apuesta, siempre, a forjar una leyenda y mitología propias, creyendo sin descanso en lo que ama.

3) Las relaciones entre personas (familia, amigos, y muy especialmente pareja) están hechas para ser disfrutadas, no padecidas.

4) Toda vida poética tiene una matriz solitaria, pero lleva añadida una misión social, una entrega solidaria y desinteresada por los problemas de la sociedad en la que somos.

5) La vida poética bulle en un estado de constante rebelión, es fuego que quema. La libertad es el valor supremo de modo tal que está dispuesto a sacrificarlo todo por ella: creencias, respetabilidad, honores, status, etc.

6) No hay ideologías sagradas. Toda ideología y toda teoría, cuando se las toma demasiado en serio, se convierten en corséts mentales y espirituales, se vuelven tóxicas.

7) Cubiertas las necesidades básicas, la responsabilidad por ser feliz es de uno mismo. La felicidad personal no puede ser cifrada en terceros. El otro es un complemento, pero nunca el fin último de la propia vida.

8) La vida poética es creadora constante de símbolos. La emergencia de símbolos tiene sus tiempos, y solo cuando crecen y maduran en el interior deben exponerse a los demás. Nunca se venden, siempre se regalan.

9) Cada uno es dueño de su propio cuerpo. Sin atentar contra los demás, todo el mundo tiene derecho a vivir y a morir como quiera o como pueda.

10) La vida poética es inconformista, crítica con la cultura oficial, está en búsqueda constante; pero gusta de refugiarse en ciertos lugares de paz.


martes, 20 de diciembre de 2016

Medicina y metafísica de la persona (por Nahuel Arroyo - 2da parte)

"Lección de anatomía del Dr. Willem van der Meer", por el pintor holandés Michiel Jansz (1617)

"Medicina y metafísica de la persona", por Nahuel Arroyo (segunda parte)

Podríamos centrar la medicina en los primeros tiempos en Oriente, donde cabría decir que la enfermedad es tan antigua como el hombre.

Frente al dolor o la daño orgánico, causados por el frío, el viento, las plantas venenosas, los animales salvajes, etc, el hombre luchó por remediarlos o evitarlos con sus propios medios y con la ayuda de sus semejantes. De ese modo comenzó la medicina con la inquietud instintiva de aliviar el sufrimiento humano. Los seres humanos sabían que la mayoría de sus dolores eran provocados por algo que penetraba en su organismo, por lo que se consideraba que, descubriendo la causa y alejándola, se podría curar. Aparece así la medicina mas antigua que es la medicina instintiva, según la cual se podría descubrir la causa externa que provocaba las enfermedades. Se descubrió de esta manera los efectos terapéuticos de ciertos agentes naturales, tales como la luz solar, el frío el calor y el agua. Por esta vía, nació la concepción mágica de la enfermedad. Puesto que esta era provocada por fuerzas sobrenaturales, era necesario la lucha contra las fuerzas maléficas y los demonios.

El hombre medico era el expulsador de los demonios, eran los llamados médicos magos que con el tiempo se separaron del resto de la población y construyeron una casta aparte, lo cual rodeó y convirtió a sus prácticas en misteriosas. Sus vestimentas hacían parecer a sus hombres como seres superiores, y así surge la medicina sacerdotal con la que se garantizaba la transmisión de los conocimientos empíricos y de la experiencia en el uso de las dietas, baños y vegetales como medio terapéutico.

Posteriormente, igualmente hablando de épocas antiguas, en la Mesopotamia aproximadamente cuatro mil años antes de Cristo, comenzó a florecer lo que se conoció como medicina mesopotámica. Es las mas antigua de las hasta ahora conocidas y se caracterizaba por el concepto mágico de la etiología de las enfermedades. En este caso se trató de establecer la relaciones entre los fenómenos naturales y las manifestaciones de las enfermedades. De esta forma nació la concepción astrológica de la medicina.

Alrededor del 2000 ac, floreció la civilización babilónica y asiria, la cual era dirigida por sacerdotes profesionales. A lo largo de siglos de desarrollo, la medicina mesopotámica valoró los fenómenos naturales, expuso los primeros conceptos de la medicina social y codificó el ejercicio de la medicina.Posteriormente y siguiendo estos lineamientos, la medicina egipcia, fue mística y sacerdotal. Luego el contacto del hombre egipcio con la naturaleza y su amor por la técnica, hicieron que aplicara a la medicina sus conocimientos fisicoquímicos. En estos aspectos ya no se buscaba la interpretación mágica de los síntomas, sino que veía en ellos el signo de una determinada enfermedad.Con la sumisión de Egipto al dominio de los persas, decayó la medicina que llegó a ser ejercida por los que eran considerados “charlatanes” y se les descreía. No obstante se le trasmitió a los griegos lo fundamental de las ideas de los egipcios acerca de estas.El pensamiento medico del mundo oriental, pasó a Israel en donde fue filtrado y elaborado según la concepción monoteísta. Solo a Dios correspondía la función de curar. De Dios provenían los males que eran interpretados como castigos por los pecados.La medicina la ejercieron los sacerdotes que por ser intermediarios de Dios, tenían la voluntad y facultad de curar. Se dio fundamental importancia a la higiene porque no cabía imaginarla existencia de una alma sana en un cuerpo enfermo, por lo que así surge la circuncisión y la prohibición de la ingesta de determinados alimentos, el baño antes de penetrar en el templo y la higiene de la mujer durante el período menstrual.


Siguiendo el camino por el Oriente, tanto la medicina persa como la India, parecen tener determinada vinculación con la medicina mesopotámica.

La medicina persa se basaba en rituales de purificación, necesarios para alejar a los espíritus malignos, origen de todos los males.La invocación de los dioses, la fe y los ritos, poseían una concepción mágica de la etiología de las enfermedades.Al igual que el camino que venimos recorriendo, la medicina fue primero empírica y luego sacerdotal. El aspecto mas destacado para remarcar de esta época fue el desarrollo de la cirugía. Para cerrar la concepción de la medicina oriental antigua, tenemos el caso de China en la cual se basaba en que la patología derivaba de la existencia de dos principios: el Ying y el Yang, y la desarmonía de ambas provocaba las enfermedades. El diagnostico dominado por la teoría del pulso, llegaba a diferenciar doscientos tipos de medicamentos diferentes. Por lo que lo más destacado de esta medicina China, es su farmacopea que en el siglo XVI, se reflejó en más de 56 libros con 2000 medicamentos.

Hipócrates

Los Griegos fueron los primeros en querer encontrarle una explicación racional a los fenómenos de la naturaleza y establecieron una clara diferencia entre el saber científico y las creencias. Su medicina que se extiende desde el siglo VI ac hasta el II dc, adquiere una gran relevancia. En la época de Homero, la practicaban los héroes del arte de la guerra. Tiempo después en el siglo V ac, la medicina laica y empírica se transformó en mística y sacerdotal. Los primeros médicos fueron los sacerdotes, las primeras clínicas los templos. Las causas de las enfermedades no radicaban en el cuerpo, las mismas eran producidas por dioses o por demonios. Se buscaba la curación en las prácticas religiosas, en los sacrificios expiatorios u otras fórmulas mágicas. Surge así el culto a Esculapio en el 429 ac hijo de Apolo que se convierte en el Dios de la medicina. Los pacientes antes de implorar al Dios, debían someterse a una cura preliminar, basada en abstinencia, dieta y baños, y luego se los admitía en la ceremonia donde entraban en estado hipnótico o de sueño. La terapéutica consistía en prácticas mágicas que producían curas milagrosas. Los sacerdotes se alejaron de la magia para pasar a las prácticas médicas. Un siglo antes, con el nacimiento de la filosofía griega, comienza a surgir en otra región la medicina científica. Tales de Mileto consideró a la naturaleza desde un punto de vista universal. El agua es el principio de todo ya que de ella surge la vida y en ella termina. En Crotona en el siglo700 ac se creó una escuela medica donde se destacó Alcmeón que según la tradición fue el primero en realizar disecciones anatómicas y el fundador y el fundador de la teoría isonómica que dice que la salud es la resultante del perfecto acuerdo entre todos los elementos que componen el cuerpo humano y la enfermedad no es otra cosa que la perturbación de ese estado.Tiempo después en Crotona surge la escuela pitagórica que establece la doctrina de los números. Se hablaba de la unión y desunión de elementos dependiendo de dos principios: uno exterior que era la discordia y otro interior: la amistad. Empédocles realizó estudios sobre el corazón. Hipócrates que fue considerado el padre de la medicina sostuvo que el hombre no es solo físico sino una entidad psicofísica que el medico se forma en la experiencia y en la reflexión. Propuso una concepción ética de la medicina que se fundamente en el juramento Hipocrático. También dio importancia a la anamnesis y al examen físico y a la historia clínica. Su inclinación al examen prolijo estaba determinada por el concepto general del organismo depende de cuatro elementos (fuego, aire, tierra, y agua). A estos cuatro elementos corresponden cuatro humores cardinales (la flema. Fría y húmeda producida por el cerebro, la sangre caliente y húmeda producida procedente del corazón la bilis amarilla caliente y seca, producida y secretada por el hígado y la bilis negra producida por el bazo). Posteriormente en Alejandría en el siglo III, florece la escuela médica la cual es la heredera de la medicina hipocrática. En el 270 al 220 ac se desarrolla la escuela de los empíricos. En esta escuela el máximo exponente fue Heraclides de Tarento que comentó los escritos de Hipocrates y empleó el opio con fines terapéuticos. Roma también tiene su influencia en la medicina antigua ya que los hallazgos arqueológicos evidencian también que la medicina era mágica. Los dioses tenían la facultad de curar y cada enfermedad reclamaba el auxilio de un dios particular, La ley de Aquiles castigaba la negligencia medica, lo cual evidencia medica en el siglo IV ac. La escuela romana tiene muchas presencias medicas importantes como la escuela de Asclipiades y Sorano de Efeso que trabajó sobre las enfermedades de la mujer. Los mencionados son algunos de los nombres que se pueden encontrar en la medicina romana, pero no podemos olvidarnos de un referente fundamental de esta época que fue Galeno. Con la decadencia del Imperio también decae la medicina. Poco después con el cristianismo surge la medicina religiosa cristiana en la cual la plegaria, la imposición de manos y las unciones con el oleo son empleadas como procedimientos terapéuticos.En este primer recorrido podemos apreciar tres corrientes fundamentales como es fue la medicina oriental, la greca y la romana. El tiempo fue avanzando y la medicina como tantas otras áreas, se fueron perfeccionando pero muchos de los nombres mencionados quedaron marcados a fuego para la historia no solo de la medicina, ya que fueron personas pilares para la historia de la humanidad. Ahora bien podríamos cerrar esta idea o primera etapa de la era “antigua" entrando en el año 529 dc, donde Justiniano clausuró la Academia de Atenas suprimiendo así el último foco de saber pagano que mantuvo en la oscuridad a la medicina hasta que apareció el Islam. El Islam y su pueblo no solo asimilaron conocimientos, sino que los enriquecieron en la rama de la química y la medicina. En los siglos VIII y IX, los médicos árabes tradujeron los escritos de Hipocrates y de Galeno. Para el siglo X, los árabes estudiaron los efectos de los venenos. En esta época los escritos árabes trataban sobre la pericia que debía tener el medico de la época diciendo que los mismos deberían tener agudeza de sus oídos y mirada rápida, talento en la observación y sobre todo paciencia. En el tercer periodo que va del siglo XII al XIII, se produce la decadencia de la medicina árabe refugiando su “saber” en Sevilla, Toledo y Córdoba en esta época quien se destaca es el también citado en algún momento por Borges que es el medico Averroes. La medicina siguió avanzando (y sigue avanzando), teniendo siempre como principal protagonista al hombre, al sujeto humano como principal protagonista. La curiosidad del mismo por aprender y avanzar siempre dio nuevos giros en todos los campos principalmente en la medicina y en la ciencia. Hoy, siglo XXI, podemos ver grandes avances en la cura de las principales enfermedades, donde incluso se habla de prolongar la vida infinitamente. El hombre siempre será hombre aunque a veces con sus curiosidades juegue a ser DIOS.

Nahuel Arroyo es publicitario y estudiante de Psicología en la Universidad del Salvador (Buenos Aires, Argentina). 
También cultiva su interés por la escritura.

viernes, 16 de diciembre de 2016

Medicina y metafísica de la Persona (por Nahuel Arroyo)

Nota del autor del blog: agradezco a Nahuel  permitirme compartir este trabajo de indagación reflexiva sobre algunos de los temas que lo convocan. Dada la extensión del mismo, será ofrecido a los lectores en dos partes, comenzando hoy por la primera de ellas.

"Being Human the Representative of Humanity", por Kristena West

"Medicina y metafísica de la Persona", por Nahuel Arroyo (primera parte)

El siguiente escrito tiene por objetivo realizar un recorrido por el tiempo y el espacio de la medicina y el sujeto humano como protagonista principal de su propio conocimiento. En su comienzo, antes de la aparición de los mitos y de la creencia, la medicina era solo la relación instintiva entre el sufrimiento y la posibilidad de aliviarlo. Desde sus comienzos hasta la actualidad, propondré un recorrido histórico de la medicina y la intervención teológica a lo largo del tiempo y como la misma fue cambiando su concepción. En este caso la intención es apuntar a la visión que aporta la teología a la vida médica, instrumentos de Dios para la salud del cuerpo, dignidad y trascendencia del hombre, analogía de la salud del cuerpo y de la salud del alma humana.

Podríamos comenzar definiendo al hombre como sustancia individual de naturaleza racional. Desde la visión de Aristóteles es un animal político. Para Scheller el espíritu es lo divino en la persona. Clásicamente se entiende que el hombre no es naturaleza y espíritu, es naturaleza espiritual. El alma como principio tiene dos funciones, animar el cuerpo y la apertura a lo trascendente. El mundo es un microcosmos en el que coexisten el mundo visible e invisible. En el interior del hombre emerge algo diferente de lo puramente sensitivo que lo determina y diferencia del resto los animales. Preguntarse por el origen, la naturaleza y el fin del dolor, tener capacidad de reflexión, tener plena conciencia de sí, capacidad de abstracción, tener libertad de acción. Un ser dotado de espíritu es capaz de una conducta, es motivado por la pura manera de ser de un complejo intuitivo, prescindiendo del estado fisiológico del organismo humano, prescindiendo de sus impulsos y de las partes externas sensibles del medio. Consiste en reprimir libremente un impulso, una modificación de la objetividad de una cosa. Es un abrirse al mundo de manera ilimitada El hombre ha sabido forjarse una imagen del mundo, en donde los objetos son independientes en absoluto de la organización psicofísica, de los sentidos. Este centro a partir del cual realiza al hombre los actos con que objetiva el mundo, su cuerpo y su psique, no puede ser parte de ese mundo. Solo puede residir en el fundamento supremo del ser mismo. El hombre es el ser superior a sí mismo y al mundo. El espíritu es el único incapaz de ser objeto, es actualidad pura, su ser se agota en la libre realización de sus actos. El centro del espíritu, la persona, no es, por lo tanto, ni ser substancial ni ser objetivo si no tan solo un plexo y orden de actos, determinado esencialmente y que se realiza continuamente a sí mismo en sí mismo. Tampoco las demás personas pueden ser objetos. El punto de partida por donde se podría comenzar a hablar de la corporeidad humana como cuerpo subjetivo es el reconocer al hombre como uno más entre los entes naturales por el modo de ser de su cuerpo y reconocerlo a la vez como consciente de esto mismo, por su dimensión racional y espiritual capaz de trascender lo material. Este es el primer punto que destaca Santo Tomás, el alma intelectual es la orilla, el horizonte mismo, entre lo corpóreo y lo incorpóreo en cuanto es sustancia incorpórea y no obstante forma de cuerpo. Entendido así, el cuerpo es el límite del alma que es forma de este. La intimidad de la subjetividad, la conciencia, no es fundada por su corporeidad pero si es condicionada por esta. En el cuerpo subjetivo es donde se funda el yo subjetivo. El cuerpo subjetivo es: constitutivo del yo y de su intimidad y a la vez apto para manifestarlo y apto para el ejercicio de la subjetividad en todas sus manifestaciones. La convivencia con el otro es siempre experiencia de convivir como logos y como cuerpo. El cuerpo es dialógico. Hay dos experiencias de la unidad de la subjetividad del cuerpo:

1. La convicción de la facticidad del cuerpo propio.

2. La experiencia de una libertad respecto del cuerpo, al no encontrarse dominado totalmente por las exigencias sensoriales de los dinamismos fisiológicos. Tomás también entiende que la subjetividad y el ser no se identifican, sino que teniendo acto de ser y esencia compuesta, porque la corporeidad solo es posible con una materia formada, dando así como resultado un sujeto de estructura finita, libre y con posibilidad de abrirse a lo trascendente. El acto de ser y la esencia son los constitutivos metafísicos de la persona, que hacen posible la subjetividad del hombre. ¿Y esta unión alma y cuerpo puede ser separada? La muerte es la experiencia límite más terrible de la que es conciente el hombre. El dejar de ser, el fin de la existencia y la separación de los dos principios de la naturaleza del hombre es un tema que atañe a muchos, y también a Tomas de Aquino. Este dice que naturalmente el hombre rehúye la muerte y se entristece por ella, no sólo en el ahora, cuando ya la siente y trata de escapar de ella, sino cuando piensa en ella. La muerte, el fin, es un hecho que acontece a todo viviente y que se produce en el individuo, en su cuerpo y en su alma. Y que el hombre se vea atosigado por las Parcas es por el hecho de que somos el único ser capaz de percatarse de esta realidad misteriosa e inexplicable. Tal vez parezca cruel el no poder escapar del saber que ese abrazo encarnado de nuestro cuerpo y nuestra alma va a ser separado.

Tomás de Aquino

Hasta principios del siglo IV, Persona significa máscara que el actor usaba en las representaciones teatrales para interpretar diversas partes. Viene del griego prósopon, se usaba para indicar las diversas identidades que pueden ser atribuidas a un ser humano en los diversos contextos y diversas situaciones. Se trata del significado opuesto, de individuo en su irreductible y única identidad. Por otro lado no es sinónimo de individuo, sino que entendemos persona como individuo humano. En la sistematización del dogma trinitario durante los siglo IV y V. La dificultad era la de lograr definir la individualidad de cada una de las tres personas Divinas, a pesar de la comunidad de naturaleza que los hacía a todos igualmente Dios. Los modalistas tomaron el sentido original de prósopon como máscara para interpretar la diferencia entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo como tres modos diversos de revelarse del único Dios, en base a los diferentes roles que desarrollaron en la historia de la salvación. Persona asumió este nuevo sentido. Se debe a Agustín la traducción de hipóstasis en persona en su tratado Sobre la Trinidad, mantiene este sentido de sujeto individual irreductible ¿A qué se debe que la persona humana sea única y posea una irreductible dignidad? Esto es así por poseer un alma espiritual. Tener un alma como forma del cuerpo lo distingue de los otros entes físicos pero no es lo que lo constituye, si no que funda su ser en la unión sustancial e inseparable de alma y cuerpo. El alma es la parte que determina lo específico del hombre pero no es el hombre en sí. La espiritualidad del hombre no es el fundamento último del ser, sino que es una sustancia compuesta, por una parte material, que ejerce sus operaciones bajo su dominio. Lo que actúa por sí mismo tiene su acto de ser por sí mismo. Entonces el alma, que puede ejercer operaciones más allá del cuerpo tiene acto de ser. Y este mismo acto de ser es recibido por un acto separado y creador de Dios que lo hace ser una forma espiritual. Es la persona humana la que piensa, decide, delibera y actúa a través de las operaciones espirituales, y no el alma espiritual dentro del hombre la que actúa o piensa. El modo de existir de la persona es el más digno de todos porque ella es lo que existe por sí mismo

El valor irreductible de la persona. Entendemos que la persona es irreductible, lo que Santo Tomás de Aquino entendía como una única propiedad que caracteriza a la persona, respecto de cualquier otra sustancia existente en el universo, una propiedad que es inmediata consecuencia del ser por sí de la persona misma. Esta propiedad es definida como incomunicabilidad. No se puede dar lo que no se tiene. La persona siempre tiene algo para dar, comunicar, compartir ya que en el fondo del yo subjetivo es un sin fondo inagotable. Por eso nuestro ser es incomunicable e irreductible, porque es inabarcable. Las relaciones de los hombres, por lo ya dicho, son siempre finitas y por eso nunca inagotables.

Existen tres reduccionismos considerados contemporáneos :

Reduccionismo naturalista: Cada persona, cada individuo como compuesto de materia es parte de este universo físico y de los problemas de este. Pero también este hombre es una sustancia de naturaleza racional, que, en cuanto su totalidad, puede entrar en contacto con las realidades existentes. Por esta capacidad de trascender es una persona completa. Por su incomunicabilidad el hombre es una persona en su totalidad en sí que puede entrar en relación con todas las realidades existentes pero no depende de ellas.

Reduccionismo sociologista: El ser persona no es persona por ser parte de un grupo o una colectividad. El hombre en cuanto persona no se subordina a la comunidad. El fin de una verdadera sociedad será que el hombre se desarrolle libremente y se realice como persona. No somos personas por participación o pertenencia a un grupo étnico, religioso, político, social o cultural sino por nuestro mismo ser.

Reduccionismo psicologista: La persona es una totalidad que debe relacionarse con los otros porque sino sería un desastre. Las relaciones lo enriquecen psicológicamente y humanamente. 


Ahora bien, centrémonos en uno de los puntos y pilares del ser humano, su espiritualidad y subsistencia del alma. El alma humana no tiene que dejar el cuerpo (entendido como referente, no como instrumento) para llevar a cabo sus facultades espirituales y por ende es forma sustancial, forma del compuesto que es el hombre. El alma es sustancia en el tercer sentido para Santo Tomás, es decir, algo determinado, que no es ni accidente de la persona, forma material de esta, es sustancia pero de naturaleza incompleta. No existe en sí misma ya que siempre utiliza al cuerpo como referente (y no como órganos) para operar según sus facultades.

Existe en sí misma, es subsistente, como parte de la substancia primera de la persona humana a la cual le pertenece. El alma humana puede y tiene que dejar el cuerpo (entendido como órgano) para llevar a cabo sus facultades espirituales y por ende opera por sí misma. Es necesario saber que una operación del alma puede ser una pasión que necesita del cuerpo como un instrumento y como un referente. El alma puede ser entendida como forma subsistente o como forma sustancial, principio formal. La sustancia para Aristóteles tiene tres sentidos:

1.Un algo determinado que está completo en su naturaleza específica y que existe como singular. Sustancia primera. 

2.Un algo determinado que está completo en su naturaleza específica pero no existe como singular, sino que existe en los singulares como partes suyas, sustancia segunda.

3.Un algo determinado que no está completo en su naturaleza específica y que no existe como singular, sino que existe en los singulares como parte suya. Para Tomás el alma no es sustancia en el primer sentido, porque caería en el dualismo platónico y cartesiano. Tampoco la segunda porque caeríamos en un monismo. Es en el tercer sentido algo determinado que no siendo accidente sino sustancia, no es completa en su naturaleza específica, no subsiste en sí misma por siempre tiene como referencia al cuerpo. Es la parte más específica del hombre. En cuanto a la creación del alma humana, Dios crea a la misma del individuo singular y este es el fundamento de su espiritualidad. Si el alma es forma sustancial del hombre será la que organiza y actualiza su materia. ¿Cómo afecta esta concepción hoy en nuestra cultura contemporánea? Benedicto hace una síntesis muy clara: en la actualidad, la bioética es un campo prioritario y crucial en la lucha cultural entre el absolutismo de la técnica y la responsabilidad moral, y en el que está en juego la posibilidad de un desarrollo humano e integral. Éste es un ámbito muy delicado y decisivo, donde se plantea con toda su fuerza dramática la cuestión fundamental: si el hombre es un producto de sí mismo o si depende de Dios .No entraremos en detalle en la postura de Tomás, pero podemos decir que se vio avasallada por los grandes avances tecnológicos y científicos lo que dio lugar a nuevas preguntas sobre moral en campo de la bioética. Por la genética podemos saber que desde el primer comienzo en el embrión hay vida humana, por tanto tiene una forma sustancial humana que es espiritual y creada por Dios. La creación del alma es simultánea a la concepción. A pesar de esto, muchos pensadores tienden a negar la individualidad del embrión porque no posee una autonomía respecto al útero materno y una falta real de individualidad en el sentido cuantitativo. Muchos, por ende, llamarán al embrión de los primeros días pre-embrión, es decir como una especie de pre-persona y pre-humano, por lo cual sería lícito el aborto y la ingeniería genética. ¿Pero que persona, incluso en los primeros años de vida, puede declararse absolutamente autónoma? Y el hecho de que en un embrión pueda haber más de una persona no quita el hecho de que sean persona, más allá de que el embrión en sí no sea un solo individuo. En la creación de alma hay que tener en cuento que el Creador, Dios, es atemporal, y su relación con los seres no está atada a un devenir. No hay un antes y un después en el dar el ser a un ente, sino que desde toda la eternidad el ser y por tanto su alma, es participado del Ser con mayúscula. Hay un crear simultáneo. El alma es creación directa de Dios que luego se encontrara con el embrión, el cuerpo, creado por causas segundas. La forma sustancial espiritual del alma no es algo empíricamente verificable, pero no se puede identificar con el genoma humano que si verifica la presencia de la forma sustancial humana. Pero el principio espiritual humano nunca podrá ser captado por la ciencia. Repito la frase del Papa, porque me parece sublime: para ello se necesitan unos ojos nuevos y un corazón nuevo, que superen la visión materialista de los acontecimientos humanos y que vislumbren en el desarrollo, ese « algo más » que la técnica no puede ofrecer. El embrión humano es individuo por su espiritualidad y posee su autonomía lo que le corresponde el derecho a la vida. En mi opinión esta gran discusión sobre la bioética se da por una falta de concepto de creación y una carencia clara de noción de naturaleza. Creo que el gran problema de los científicos hoy es que tomen postura acerca de estos dos conceptos y así llegar a una conclusión. Partiendo de la base de que si el alma humana tiene el ser y el obrar por sí misma y no por su unión con el cuerpo, ella es capaz de subsistencia. 

"Alma llevada al cielo por dos ángeles", de William Adolphe Bouguereau

Hay una vida después de la muerte y la antropología metafísica puede proveer un fundamente de la inmortalidad del alma individual por medio de su concepción del alma como forma del cuerpo. Por ser esta forma sustancial es parte de la persona, de la unidad psicofísica y la separación del alma lleva consigo el sello individual de la personalidad de la cual pertenece. Habría una inmortalidad personal. Pero hasta aquí llega la antropología metafísica. Temas como el más allá, la resurrección, competen a la teología. La antropología puede partir del obrar humano que nos llevan y prueban operaciones espirituales. También ya dijimos que es forma del cuerpo. Y hasta aquí estamos en los confines de la antropología y los umbrales de la metafísica. Lo que ahora queda por pensar es ¿Cómo vive el alma sin el cuerpo? ¿Sigue siendo esa alma hombre, si entendíamos que el hombre era la unión de alma y cuerpo? Dice Tomás que el alma debe seguir obrando luego de la separación para poder justificar su ser post-muerte. El alma puede seguir ejercitando sus facultades racionales luego de separarse del cuerpo. No abstrae de los sentidos sino que es iluminado por el mismo Dios en el conocimiento. Pero hay que recordar que este es un estado provisorio, ya que sabemos, por fe, que el alma se volverá a unir a su cuerpo en la resurrección. El hombre es esencialmente un ser dialógico, que necesita comunicarse y ponerse en común con otros. Haciendo una profundo análisis sobre las manifestaciones del hombre, sus operaciones y potencias alcanzamos a comprender la insondable intimidad y Trascendencia del ser humano en las actividad de la psiquis, la apertura a lo real y a Dios. El yo-tú es posible por medio del amor, la amistad, etc., que fundamentan la verdad y el Bien siempre desde el diálogo y la libertad. El desarrollo requiere una integración de las disciplinas, es una cuestión tanto moral como concerniente a la metafísica. El hombre debe ser más, no simplemente poseer, producir y hacer (como  nos incentiva la sociedad de hoy en día). El verdadero desarrollo tiene como fin la realización del hombre en su totalidad, a nivel social e individual. Permite a la fe, a la teología, a la metafísica y a las ciencias encontrar su lugar dentro de una colaboración al servicio del hombre. Pablo VI vio con claridad que una de las causas del subdesarrollo es una falta de sabiduría, de reflexión, de pensamiento capaz de elaborar una síntesis orientadora, y que requiere « una clara visión de todos los aspectos económicos, sociales, culturales y espirituales ». La continua sectorización del saber cerrándose a la metafísica no solo produce un subdesarrollo del saber sino también un subdesarrollo humano que recorta la realidad y pierde la visión al intentar descubrir el verdadero bien del hombre. Sólo desde una metafísica integrada a lo real las ciencias encuentran su real fundamento.

Nahuel Arroyo es publicitario y estudiante de Psicología en la Universidad del Salvador (Buenos Aires, Argentina). 
También cultiva su interés por la escritura. 

domingo, 11 de diciembre de 2016

El enigmático bosque de ningún lugar



Marcadamente atmosférica y misteriosa, pieza de arte que en épocas en las que la banda de rock alternativo liderada por Robert Smith era la banda de sonido casi exclusiva de mi vida, inspiró tantas imágenes y sueños, todos ellos remitiéndome a lugares prohibidos a los cuales no era venturoso adentrarse.

En su contenido manifiesto, “A Forest” nos cuenta la historia de un hombre que busca a una mujer en un bosque. El hombre escucha cómo la mujer lo llama desde la lejanía, lo que lo lleva a correr por ella hacia la profundidad del lugar, pero solo para detenerse luego y darse cuenta de que se ha perdido y que la mujer no está allí.

Pero, ¿acaso existía esa mujer?


La canción formó parte del disco Seventeen Seconds, que The Cure publicó en 1980, y tiene un tono distinto al del resto del álbum. La batería de Laurence Tolhurst, semejante a una caja de ritmos, y las frenéticas líneas de bajo de Simon Gallup consiguen profundizar la atmósfera de la persecución por el bosque. Para algunos críticos esta canción es la que mejor resume el sonido de The Cure.

Para la época en la que The Cure compuso esta canción gótica, el interés de Robert Smith por los libros médicos sobre enfermedades mentales era evidente, algo que influyó sobremanera en muchas de sus composiciones y melodías. Dicha influencia llegaría al clímax en aquella posterior obra maestra llamada Disintegration (1987).

En mi biografía personal, “A Forest” está íntimamente asociada a una época en la cual mi relación con el sufrimiento mental extremo era algo cotidiano y frecuente, debido a mi actividad como psicólogo clínico en un hospital público neuropsiquiátrico de la ciudad de Buenos Aires. En cada viaje de ida y vuelta hacia el lugar, el clima envolvente de la canción me sumergía en las profundidades de psiquis muchas veces atormentadas por fantasías y delirios, un internarse en el corazón de bosques oscuros cuya salida estaba en todas partes pero que no se veía en ningún lugar.

¿De qué bosque nos habla esta canción?

¿Será acaso toda la letra apenas una metáfora del amor no correspondido?

¿O hay algo más oscuro, más inquietante, deslizándose por cada una de las palabras que dan forma a esa escena onírica y enigmática?

A Forest” podría ser, quizás, el contenido de una pesadilla siniestra, atendiendo a la antigua etimología de la palabra que define a aquellos malos sueños. La palabra pesadilla en inglés es: nightmare, combinación de las palabras: noche y yegua. Esto se debe a que en la antigüedad la gente relacionaba a las pesadillas con la opresión en el pecho que se siente cuando uno está bajo el efecto de este tipo de sueños. Opresión que en viejas épocas era simbolizada por la figura de una yegua descansando sobre el pecho del durmiente. Para reforzar esta idea, Smith contó en más de una ocasión que la letra de “A Forest” está inspirada en un sueño que tuvo en su infancia.

"A forest", dibujo por rudhthoronwen

¿No está, acaso, nuestro protagonista anónimo, oprimido por un temor que lo confunde y lo asfixia, perdido en las sombras de un desencuentro que lo desorienta existencialmente?

¿Qué tan lejos estamos nosotros de ese bosque?

Quizás, lo que nos distinga a muchos sea la posibilidad que tenemos de entrar y salir de esos territorios recónditos. Salida que permanece irreal para muchas almas atormentadas. Irreal y engañosa. Un supuesto inefectivo y aparente.

Pero, ¿estamos realmente salvados?

por Juan Manuel Otero Barrigón

martes, 6 de diciembre de 2016

Realidad y Juego (el arte de Nahir Salcedo Cingolani)


Decía Donald Winnicott que "es en el juego y sólo en el juego que el niño o el adulto como individuos son capaces de ser creativos y de usar la totalidad de su personalidad, y sólo al ser creativo el individuo se descubre a sí mismo". 

Convencida del poder liberador de la creatividad, Nahir Salcedo Cingolani da rienda suelta a su arte, capturando la belleza de la vida cotidiana con su cámara fotógrafica, en una danza lúdica que se abre a pura emoción. 


Instantes de mágica transfiguración donde un guardapolvo ya no es apenas un guardapolvo, y un encuentro con el otro semejante puede llevarnos a habitar con certeza el espacio mágico que en sí mismo es la vida. 



Como artista y docente de plástica, Nahir aboga por la importancia de que cada individuo elabore libremente, y desde temprano, su propia subjetividad, por lo cual destaca la importancia de la compasión como forma de trascender fronteras y cultivar una empatía consecuente con la interioridad del otro, respetando su universo de significados y su historia.  

Serie de fotografías: "La bella incertidumbre". Por Nahir Salcedo Cingolani

Consciente del carácter problemático de las artes visuales en la actualidad, su mirada recupera la belleza que anida en el ojo del observador, sabiendo que si quien observa es una persona especial, la belleza, aunque escondida, no tarda en aparecer.

Serie: "Volver a nacer es de mortales"
"Mi raíz", por Nahir Salcedo Cingolani

Las influencias de Nahir son numerosas, incluyendo, además del arte fotográfico y pictórico, el cine, el psicoanálisis, la filosofía, y las espiritualidades originarias. Tampoco falta la buena música, sobre todo aquella que permite dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido.

Invisible: "Alerta entre los ángeles" (1976)

Si lo que hace que una persona sienta que la vida vale la pena de vivirse es, más que ninguna otra cosa, la apercepción creadora, el arte como instante de ser, de soltar, de manifestar el alma, permite sentir el pulso de la existencia, devolviéndonos a la raíz originaria. 

Nahir Salcedo Cingolani es fotógrafa, pintora y docente de plástica. Últimamente también cultiva el teatro. Estudia Diseño de Imagen y Sonido, y es una apasionada del cine. Vive en Buenos Aires. Algunos de sus trabajos, bocetos y proyectos, se pueden ir encontrando acá: http://nahirsalcedocingolani.blogspot.com.ar/

domingo, 4 de diciembre de 2016

Fanatismos


Cinco fanatismos seculares contemporáneos imbuidos de un inconfundible sentimiento religioso

el psicoanálisis dogmático
el feminismo inquisidor
el veganismo intransigente
la política schmitteriana
el biologicismo cientificista

viernes, 2 de diciembre de 2016

Lacan: psicoanálisis, ciencia y religión



"El psicoanálisis no triunfará sobre la religión,
justamente, porque la religión es inagotable. El psicoanálisis no triunfará, sobrevivirá o no. 
-¿Está seguro de que la religión triunfará? 
Sí. No solo triunfará sobre el psicoanálisis, también lo hará sobre un montón de otras cosas. Ni siquiera se puede imaginar lo poderosa que es la religión. Hace instantes hablé de lo real. Por poco que la ciencia ponga de su parte, lo real se ex- tenderá, y la religión tendrá entonces muchos más motivos aún para apaciguar los corazones. La ciencia, que es lo nuevo, introducirá montones de cosas perturbadoras en la vida de cada uno. Sin embargo, la religión, sobre todo la verdadera, tiene recursos que ni siquiera podemos sospechar. Por ahora basta ver cómo bulle. Es algo absolutamente fabuloso. Se tomaron su tiempo, pero de pronto comprendieron cuáles eran sus posibilidades frente a la ciencia. Será necesario que den un sentido a todas las perturbaciones que introduzca la ciencia. Y sobre el sentido conocen bastante, ya que son capaces de dar sentido a cualquier cosa: un sentido a la vida humana, por ejemplo. Se formaron para eso. Desde el comienzo, todo lo que es religión consiste en dar un sentido a las cosas que antes eran las cosas naturales."

Jacques Lacan, "Discurso a los católicos" (Conferencia de Bruselas, 1960)