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martes, 29 de noviembre de 2016

"Más alla del Mundo Material": 15 años sin George Harrison


"Más allá del mundo material": 15 años sin George Harrison

por Juan Manuel Otero Barrigón

Hoy se cumplen quince años de la partida de George, el Beatle místico y tranquilo. O como prefería llamarse muchas veces a sí mismo, simplemente, "el jardinero". Diez años sin uno de los seres humanos, que a mí, como a tantas personas, más me inspiran y acompañan musical y espiritualmente.

Quiero compartir por ello, un breve homenaje, centrándonos en el repaso de algunas anécdotas, recuerdos y episodios que hicieron a su travesía espiritual, a su búsqueda de Dios y de sentido en la vida; aspectos todos ellos inseparables de su obra musical. George, como todo ser humano, fue una persona con sus luces y sus sombras, con sus anhelos y sueños, y también con sus miedos y fantasmas. Esa dualidad (yin/yang), se plasmó en los distintos momentos de su historia, en su carrera, en sus decisiones, en las distintas facetas de su personalidad.

Quizás haya que comenzar este recorrido por uno de los momentos clave en su vida, tal como él mismo lo iba a reconocer. Esto fue cuando a los veintiséis años, y en plena beatlemanía, conoció al legendario maestro indio de la sitar, Pandvit Ravi Shankar. George iba a declarar con el tiempo que Ravi Shankar fue la primer persona que realmente lo impactó en su vida. En una cena que compartieron, aprovechó para hacerle varias preguntas sobre música tradicional india, por la cual había comenzado a sentir curiosidad desde la época del rodaje de la película "Help!". Ravi Shankar se ofreció a darle breves lecciones de la sitar, y posteriormente lo invitaría a viajar a la India para profundizar sus conocimientos sobre dicho instrumento, el cual iba a introducir a George, y a traves de él a los Beatles, en una nueva dimensión musical . La única sugerencia que Ravi le dió para su viaje, fue dejarse crecer el bigote.

George encontró en la música india un camino de afirmación artística, que le permitió encontrar su lugar entre los egos de John y Paul, y al mismo tiempo un camino de búsqueda espiritual, en un momento en el que empezaba a sufrir los efectos de la fama asfixiante del grupo.

Cerca de Ravi Shankar, se enamoró definitivamente de la música tradicional hindú, y a través de ella de su espiritualidad, "la mas grande en nuestro nivel de existencia", llegaría a decir. Dicha influencia se plasmó luego en varias canciones de los genios de Liverpool, entre otras: “Within you Without You”, “Free as a Bird”, “Love you To” y “The Inner Light”.

Ya en esa misma época además, y a partir de la lectura de un libro sobre la reencarnación, había comenzado a mantener una intensa correspondencia con el traductor mallorquín Joan Mascaró, famoso por sus traducciones al inglés de los Upanishads hindúes y otros textos budistas, y cuya obra iba a influir decisivamente en la temprana búsqueda espiritual de George.

En los Beatles, aún cuando su talento se expresaba esporádicamente, ocultándose tras la sombra de la genial dupla creativa Lennon-McCartney, sus compañeros comenzaban a darle un crédito especial cuando de cuestiones morales o religiosas se trataba. Marc Shapiro, uno de sus biógrafos, cuenta una anécdota que refleja este aspecto. En Febrero de 1968, junto a su esposa Pattie Boyd, el resto de los Beatles, y artistas de la talla de Mia Farrow, Donovan y Mike Love, viajaron a Rishikesh, India, invitados por el Maharishi Mahesh Yogi, uno de los gurúes espirituales del momento. El objetivo era interiorizarse en su técnica de "Meditación Trascendental". Tanto John, y especialmente George, estaban fascinados con la rutina diaria de meditación y estudio del lugar. Sin embargo, comenzó a correr un rumor que cambió los ánimos. Parece que el gurú Maharishi había intentado acosar sexualmente a Mia Farrow, rumor que tomó fuerza cuando la actriz decidió abandonar repentinamente Rishikesh sin dar ninguna explicación. No había ninguna confirmación, pero John contaría tiempo después que el rumor habría quedado en la nada si George, en forma inesperada, no hubiera decidido creerlo. "Se armó un gran escándalo por la supuesta violación de Mía Farrow por el Maharishi, y porque supuestamente había intentado acostarse con otras mujeres. Cuando George empezó a creer que podía ser verdad, yo pensé: 'Bueno, debe ser verdad, porque si George piensa, en cuestiones de este tipo, que algo puede ser verdad , entonces debe haber ocurrido". George y John finalmente confrontaron al Maharishi, para abandonar luego desilusionados su ashram.

The Beatles junto al gurú Maharishi

La decepción con el gurú de larga melena, voz aniñada y sonrisa beatifica, no significó para George el alejamiento de la espiritualidad hindú ni de la práctica de la meditación. “Habiendo tenido éxito y conocido a toda la gente que merece la pena conocer”, aseguraba que en Occidente “todos vibran en un ámbito material, que no te lleva a ningún sitio”, pero en la India "hay algo que es solo espiritual”. Esa convicción, y ese misticismo que enfrentaría sus dos mundos, no lo iban a abandonar jamás.

En el verano de 1969, compuso junto con Ravi Shankar el sencillo "Hare Krishna Mantra", interpretado por devotos del templo londinense de Radha-Krishna. Ese mismo año había conocido a A.C Bhaktivedanta Swami Prabhupada, fundador de la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna, culto de origen hindú que popularizó en Occidente la doctrina del Bhakti Yoga, el servicio devocional a Dios, considerando a Sri Kṛṣṇa ("El que Es Todo Bello") como Suprema Personalidad divina. Poco tiempo después, George iba abrazar la tradición Krishna, con la cual se mantuvo vinculado hasta su muerte, especialmente a través de la práctica privada del canto del Maha Mantra Hare Krishna.


"Hare Krishna Hare Krishna Krishna Krishna Hare Hare Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare"


Este grupo parte de las ideas expresadas en el Bhagavad Gita, el canto más popular de la clásica epopeya india del Mahabharata. Para el hinduismo, el mundo físico percibido por los sentidos es una mera apariencia transitoria ("maya"), por lo que poner los deseos en "maya" solo puede llevar al sufrimiento. Los fragmentos individuales de vida, dentro de los cuales el hombre es el más elevado, nacen una y otra vez en una larga ronda de reencarnaciones, hasta alcanzar, a través del servicio devocional, el estado de pureza que permite la fusión con Dios.

Si hay un Dios, querés verlo”, afirmaba George en una entrevista. “No tiene sentido creer en algo sin pruebas”. Pero “toda la actitud cristiana consiste en que creas lo que ellos creen, mientras que en la India aprendí que no puedes creer en nada hasta que no hayas tenido una experiencia directa de ello”.

Ya separados los Beatles, e intentando huir de aquella fama impuesta para dedicarse a la observación interior que deseaba, publicó en 1970 su primer álbum solista, y el que fuera el primer disco triple en la historia del rock, 'All Things Must Pass'. El disco fue considerado desde el primer momento como una obra maestra, y respiraba espiritualidad hindú en casi todas sus letras. Era plena ebullición de su etapa mística, época en la cual llegaba a afirmar cosas como que: "La música tiene que usarse para percibir a Dios, no para mover el esqueleto".

"All Things Must Pass" (full audio)

Escuchar "All Things Must Pass" es, en la opinión de muchos, una experiencia similar a la de entrar a un enorme templo o catedral. De allí saldría la que quizás sea su firma musical como solista, "My Sweet Lord", donde George volcó toda su devoción y su profesión de fe. Cuenta una anécdota que cuando escuchó por primera vez la canción, hasta el mismo Lennon, escéptico si de cuestiones religiosas se trataba, se vio tentado de reconsiderar su posición acerca de lo divino.

Ese mismo año, con el deseo de llevar una vida más privada, y en una muestra de la forma en que George combinaba su mundo material con el espiritual, compró la mansión neogótica londinense conocida como Friar Park. El lugar contaba con un inmenso jardín con el cual George mantuvo un romance hasta el final de su vida. Allí cultivó una de sus principales pasiones: la jardinería.

Dicha fascinación tenía su origen. Meses antes, en un paseo por la ciudad de Vrindavan (India) junto a Ravi Shankar, George se había asombrado por la veneración que los indios sentían hacia la naturaleza, a la que consideraban la Forma Universal de Dios. Los árboles eran los cabellos de esta forma divina, las montañas y colinas eran sus huesos, y los ríos simbolizaban la sangre circulando por las venas. Desde este punto de vista, la jardinería se transformaba para él en algo con dimensiones sagradas, como una invitación a cuidar el cuerpo de Dios. Los jardines de Friar Park lo conectaban con su universo espiritual, con la naturaleza como manifestación cósmica. A lo largo de sus épocas de mayor introversión y aislamiento, Friar Park iba a ser su refugio y su lugar. Lejos del recuerdo de la beatlemanía que había llegado a detestar, Friar Park y sus jardines lo conectaban con ese otro mundo mas allá de lo ilusorio (maya), del que siempre aspiraba a elevarse. 

George en los jardines de Friar Park

Yoko Ono, recordando a George tiempo después de su muerte, diría a propósito de su amor por la jardinería: "George hacía crecer las cosas, tal como dicen que lo hace la música india. Creó el solo un jardín enorme y hermoso en su propiedad, que diseñaba y cuidaba día a día. Nunca me voy a olvidar de lo orgulloso que estaba ese día que me llevó a recorrer el jardín, con sus botas de goma embarradas y una vieja azada al hombro, observando cada uno de los árboles y las flores como si fuesen hijos suyos, y al mismo tiempo fijándose en donde pisaba yo. Esa es la imagen de George que voy a recordar siempre: la de un hombre en su jardín, que me sonreía con calidez como una especie de gurú indio".

En 1971, su amigo Ravi Shankar le pidió ayuda para recaudar fondos para el pueblo de Bangladesh; país vecino de la India que se había separado recientemente de Pakistán, y cuyos habitantes vivían en medio de la hambruna, las catástrofes naturales y la desatada guerra civil. George grabó el single "Bangla Desh" y Ravi Shankar hizo lo mismo con el tema “Joi Bangla”. Poco después, se propusieron organizar un concierto en el Madison Square Garden para seguir recaudando dinero. A la iniciativa se sumaron entre otros, Eric Clapton, Bob Dylan, Ringo Starr, Billie Preston, Klaus Voorman, y toda la orquesta de Ravi Shankar. El resultado fue el mítico “Concert for Bangladesh”, evento que pasó a la historia como uno de los más memorables en la historia del rock, al tiempo que convirtió a George en pionero a la hora de organizar espectáculos en beneficio de los más vulnerables.

Con el paso del tiempo, y a medida que profundizaba en sus creencias espirituales, la por momentos obsesión de George por las lecturas de Paramahansa Yogananda, el swami Sivananda y el Baktivedanta Prabhupada, sumada a una actitud que oscilaba entre ocasionales episodios de infidelidad y cierta reticencia hacia el sexo, desgastaron su matrimonio con la modelo Pattie Boyd, de quien finalmente se separaría en 1974, cuando la relación que esta había empezando a mantener con Eric Clapton salió a la luz. Pese a los cuestionamientos de la prensa, la amistad entre George y Eric se mantuvo siempre inquebrantable. Ese mismo año, George había conocido además, en una fiesta, a Olivia Trinidad Arias, quien se convertiría en su segunda esposa y madre de su único hijo, Dhani. Junto a Olivia, George encontró la estabilidad que necesitaba, en gran medida debido al costado espiritual que ella tenía, y que hizo que entraran en sintonía rápidamente.

A mediados de ese mismo año, y con la idea de promocionar a ‘Dark Horse’, su tercer disco, (luego del éxito de 'All Things Must Pass' y 'Living in the Material World', su segundo álbum ), comenzó una gira de un mes por Estados Unidos en compañía de Ravi Shankar y su orquesta. La experiencia fue traumática. La crítica fue lapidaria con las presentaciones de ‘George Harrison y sus amigos’, (tal era el nombre de la gira), e inclusive el público, que al principio desbordaba de entusiasmo por la oportunidad de ver en vivo a un ex beatle, llegó en ciertos momentos al límite de los abucheos. Los motivos fueron fundamentalmente dos: por un lado, la insistencia de George para que la Ravi Shankar Orchestra tocara un set de apertura demasiado largo que resultaba muy exótico para el público estadounidense, que no quería escuchar música tradicional hindú sino música beatle. Por otra parte, la resistencia de George a incluir demasiados éxitos de los Beatles para darle prioridad a canciones de bajo perfil con orientación religiosa. A esto se sumaba el hecho de que con frecuencia George cambiaba las letras para introducir reflexiones acerca de Krishna, y sus comentarios entre un tema y otro parecían más a propaganda religiosa que a un intercambio entre un músico y su público.

Harrison y Ravi Shankar durante los conciertos en Estados Unidos

Durante uno de esos recitales, George se paró en medio del escenario y gritó: “Ahora quiero que todos canten ‘Hare Hare’!. Pero no hubo respuesta, lo que puso de mal humor a George, que dijo: “No se que pensarán ustedes, pero desde acá arriba parecen unos muertos”.

En otro momento desastroso de la gira, George, que además padecía esos días una laringitis aguda que afectaba bastante su voz, comenzó a decir al público: “Lo único que les digo es que el Señor está dentro de sus corazones. No estoy acá saltando como un loco por que sí, sino para decirles que Dios está dentro de sus corazones. Alguien tiene que decírselos. Hagamos que los demás vean a Dios en nuestros corazones”. La respuesta fue un largo silbido, mientras muchos empezaron a irse del concierto.

Fruto de la experiencia, y de la escasa repercusión del mensaje espiritual contenido en su música, George se alejaría de los escenarios por un largo tiempo, concretamente hasta diecisiete años despúes, cuando en 1991 se animó a dar una serie de shows en Japón, por insistencia de su amigo Eric Clapton.

Los años siguientes a 'Dark Horse' transcurrieron en un relativo aislamiento, limitando sus apariciones públicas.

Editaría tres discos mas en los años 70’ ('Extra Texture', 'Thirthy Three 1/3', 'George Harrison'), y otros tres en los 80’ ('Somewhere in England', 'Gone Troppo', 'Cloud Nine'). Hacia fines de esa misma década, se involucró además en la formación de ‘The Travelling Wilburys”, una banda que integró junto a Bob Dylan, Roy Orbison, Jeff Lyne, Jim Keltner y Tom Petty. Con ellos, iba a grabar dos álbumes oficiales, que se convirtieron en un gran éxito.

Discografía de George Harrison

Por esos años emergió también su faceta de productor cinematográfico, financiando los arriesgados proyectos de los Monty Phyton.

Algo muy importante para George, en concordancia con los postulados hindúes, era el momento de la propia muerte, y la forma en la que uno abandonaba el mundo material. Para él, la vida consistía de alguna manera en el arte de irse preparando para ese desenlace final. De ahí que el asesinato de Lennon lo impactara en forma tan profunda, teniendo en cuenta su admiración y cariño como amigo. John, para George, había abandonado el mundo de manera injusta, violenta, sin la posibilidad que merecía de preparar a conciencia ese momento trascendente.

El 5 de octubre de 2010 se estrenó el documental homenaje dirigido por Martin Scorsese, titulado "George Harrison: Living in the Material World". El proyecto se llevó adelante bajo la supervisión de Olivia Harrison. A diferencia de otros documentales sobre George, el trabajo de Scorsese intentó rescatar su aspecto más intimista, humano y espiritual. Sin duda uno de los momentos más fuertes tiene lugar sobre el final, cuando Olivia relata el intento de asesinato de George, que tuvo lugar en Diciembre de 1999, en su casa de Friar Park.

Afiche del documental "Living in the Material World", por Martin Scorsese

Desde la muerte de Lennon, George estaba paranoico con su seguridad personal y la de su familia, al punto de dar crédito a la leyenda urbana según la cual había un plan secreto para asesinar a cada uno de los Beatles. Esa convicción lo llevó a reforzar la vigilancia de su mansión en forma para muchos obsesiva, instalando cámaras, puertas automáticas, guardias y perros. Pero todo ello no impidió que su peor miedo se volviera realidad. La noche del 29 de Diciembre de 1999, Michael Abram, un padeciente esquizofrénico, logró burlar las medidas de seguridad y se infiltró en la mansión. Cuando llegó hasta George, este trató de calmarlo cantándole el mantra "Hare Krishna". Pero fue en vano. Michael atacó a George, que recibió heridas de arma blanca en el pecho y en el vientre, pero sobrevivió al atentado gracias a la intervención de su esposa, quien prácticamente la salvó la vida, y gracias a quien tras un duro forcejeo pudieron contener al agresor.

Lo cierto es que, más allá de la fortuna por haber sobrevivido, desde aquel episodio, la existencia física de George comenzó a extinguirse lentamente. Ya dos años antes, mientras trabajaba en su jardín, había descubierto un nódulo en su cuello que derivó en el diagnóstico de cáncer de garganta. Comenzó el tratamiento médico, y con el tiempo lo superó. Pero posteriormente, y después de su intento de asesinato, George, a la manera de un ermitaño taoísta, profundizó su ostracismo voluntario, y se refugió aun más en su familia y en su intimidad, hasta que a principios de 2001, el cáncer reapareció, y esta vez en forma terminal.

Cerca ya de abandonar el “mundo material”, y preparándose para el viaje final, no dejaba de repetir a quien pudiera: “Todo lo demás puede esperar, pero la búsqueda de Dios no puede esperar. Y amarse los unos a los otros”.

La última sonrisa de un genio

En esos días finales, su hermana Louise fue a visitarlo. George le dió un fuerte abrazo y le dijo: “Pasálo”. Así nacieron los “abrazos Harrison”, que se popularizaron en distintas partes del mundo. Hace unas semanas atrás, y recordando ese momento en una visita a Chile, Louise contó lo siguiente:"Hace poco me escribió una fan de Argentina y me dijo que recibió un abrazo Harrison, de parte de una persona que lo había recibido de mí en otro país y le había llegado. Y hace pocas semanas otra persona me dijo que había dado su abrazo Harrison en 17 diferentes países. Para mí es maravilloso, es ver cómo el cariño de mi hermano se esparce por el mundo. De todo lo que uno deja en el mundo, el amor es lo más importante”.

Hay otra anécdota de esos días finales que es todo un alegato a favor de la amistad, y que se puede ver en el documental de Scorsese. Casi sin poder moverse de la cama, un día recibe la visita de Ringo Starr, uno de sus mejores amigos, quien le cuenta que debe viajar de urgencia a Boston porque operaban a su hija de una grave enfermedad. Ringo cuenta con lágrimas de emoción cómo George le pregunta: “¿Querés que te acompañe?George, asegura Ringo , le hablaba en serio. La amistad, el cariño y el amor que sentía por su amigo beatle, es en ese momento en el que está a punto de morir, mucho más grande que su propio dolor.

George, usando una popular expresión budista, ”cruzó hacia la otra orilla” el mediodía del 29 de noviembre de 2001. Cuenta Olivia, que en el momento preciso de su muerte, la habitación de la casa de Beverly Hills donde descansaba, se inundó con la luz del sol. Como si su ‘Here comes the sun”, esa maravillosa poesía minimalista que había compuesto en sus años como Beatle, se hubiese cristalizado en el momento final para acompañarlo en su viaje hacia aquel mundo espiritual que había buscado. O quizás, simplemente, un símbolo que intentara reflejar que en un mundo muchas veces cubierto por la oscuridad, George Harrison había iluminado su parte.

Cantando "Hare Krishna" junto a devotos del templo Bhaktivedanta Manor (1997)


viernes, 11 de noviembre de 2016

"Beware of Darkness" (G.Harrison)



Maya es ilusión. La consciencia pura de Dios disuelve a Maya. Maya es, a juicio de George Harrison, esta existencia ilusoria e irreal en la que estamos envueltos. "Beware of Darkness" es una balada que contiene una densa imaginería. La canción marca un retorno a las preocupaciones espirituales de las canciones de Harrison con los Beatles, como "Within You Without You". La letra de "Beware of Darkness" refleja la filosofía del Templo de Radha Krishna, de la que Harrison era practicante , y según la cual las cuestiones espirituales siempre deben anular las cosas materiales. En los versos, el oyente es advertido contra diversas influencias que pueden corromperlo.  Entre las posibles influencias corruptoras están los estafadores ( "shufflers"), políticos ( "líderes codiciosos") y los ídolos pop de escasa sustancia ( "swingers que caen"). Además, las letras advierten contra pensamientos negativos ("pensamientos que persisten"), ya que estas influencias corruptoras pueden conducir a Maya, distrayendo a la gente del verdadero propósito de la vida.  "Esto puede herirte",  "eso no es para lo que estás aquí", advierte George

En su autobiografía "I , Me, Mine", George cuenta:"Beware of Darkness" fue escrita en mi casa de Inglaterra durante un período en el que tuve hospedados a algunos de mis amigos del templo Radha Krishna. "Beware of Maya", solían repetir ellos. Me gusta la melodía, es algo extraña. Creo que la letra habla por sí misma".



Partitura

La canción es uno de los puntos más altos del icónico álbum "All things must pass" (1970), y fue versionada posteriormente por distintos artistas, entre ellos, Eric Clapton, Joe Cocker y Leon Russell, interpretación aquí compartimos. 


¿Para qué estamos aquí? ¿Cúal es el sentido de la vida? ¿Cómo diferenciar lo prioritario de lo irrelevante? Todas estas preguntas sobrevuelan las líneas de esta canción, una hermosa composición sobre la sabiduría del buen vivir, aquella que en su espíritu se hace eco de las inspiradas palabras de filósofos como Lin Yutang, para quien "la sabiduría de la vida, consiste en eliminar lo que no es indispensable". 

sábado, 1 de octubre de 2016

10 curiosidades harrisonianas

Pintura: edespitia


10 curiosidades harrisonianas, por Juan Manuel Otero Barrigón

1. “Something” no estaba dedicada originalmente a Pattie Boyd

Contrariamente a lo que cuenta la leyenda beatle, el sencillo Something, del cual Frank Sinatra llegó a decir que era la mejor canción de amor jamás escrita,no fue inspirada por la entonces modelo y esposa de George, ni por ningún otro amor terrenal, mas allá de lo que posteriormente popularizó el conocido video clip de este tema. Originalmente, la canción estaba dedicada al dios Krishna,y fue inspirada por los relatos sobre sus pasatiempos trascendentales en los bosques de Vrindavan junto a las gopis, las pastoras de vacas de la tradición hindú que eran sus amantes. De hecho, la letra original de la canción no contenía el pronombre personal “She”(Something in the way she moves…), sino “He” (Something in the way he moves). George decidió que sería mejor cambiar la forma de la letra del masculino al femenino ya que de lo contrario corría el riesgo de que la gente dudara de su condición sexual, tal como cuenta Joshua Greene en su libro “Here Comes theSun: The Spiritual and Musical Journey of George Harrison".

2. "Here comes the sun” fue compuesta tras el primer encuentro que George tuvo en 1969 con Srila Prabhupada, fundador de la Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna.

Después del alejamiento con tintes de escándalo que los beatles tuvieron del gurú Maharishi, George Harrison fue el único de los cuatro que profundizó un camino de búsqueda espiritual como parte fundamental de su obra artística y de su vida. Ello lo llevó a involucrarse activamente en la comunidad religiosa Hare Krishna, a la cual se mantuvo ligado hasta su muerte. El agradecimiento de George hacia Prabhupada, quien trajo a Occidente la cultura hindú del bhakti yoga, lo expresó en esta canción: “Aquí llega el sol”, un recurso poético para referirse a la llegada a Occidente de Srila Bhaktivedanta Swami Prabhupada.

3. Paul McCartney lo ponía muy nervioso.

Como es sabido, en las sesiones de Let it Be, la relación entre los Beatles se volvió insoportable. El documental de Martin Scorsese, Living in the Material World, muestra como McCartney y Harrison vivieron una de sus escenas más tensas en un reality musical antes de que existiesen los realities, con todas las cámaras de Michael Lindsay-Hogg enfocándolos. Consecuencia de ello fue un agrio rock de George a Paul que le recordaba los muchos dolores de cabeza (Wah-wah) que éste último le generaba. Lo emocionante es que, después de la muerte de George ,el propio Paul tocó el piano en esta canción durante el homenaje que le organizaron al Beatle silencioso en 2002. Todo el mundo lo miraba en el arranque con la típica cara de “¿Qué diablos estará pensando Paul ahora?”.

4. Friar Park era su lugar en el mundo.

La mansión de estilo neo-victoriano, ubicada en Henley On Thames, tiene 108 habitaciones,cascadas, jardines rocosos, lagos y laberintos de cuevas. Había pertenecido al abogado inglés, botánico y excéntrico Sir Frankie Crips, hasta su muerte en 1919. Para la época en que George la compró a principios de los años 70', Friar Park era propiedad de las Hermanas Salesianas de San Juan Bosco, una orden católica que había manejado una escuela ahí por más de 20 años. La escuela había cerrado y seis monjas y un monje vivían solos en el lugar. George se hizo cargo de las reparaciones, y con el tiempo, hizo de Friar Park su Shangri-La, su lugar en el mundo. Fue en Friar Park, entre otras cosas, donde desarrolló una de sus principalespasiones en la vida: la jardinería.

5. Pandit Ravi Shankar fue “la única persona que lo impresionó en su vida”.

Lo reconoció más de una vez. Y fue así, según dijo, ya que precisamente nunca pretendió impresionarlo. Ravi Shankar fue su padre espiritual y quien le transmitió conocimientos sobre el sitar, instrumento que se convirtió en todo un símbolo de la contracultura. Le enseñó que la música y Dios son equivalentes, de ahí su gran poder e influencia en las personas.

George Harrison cantando "Any Road" en su última aparición en televisión, Vh1, 1997


6. Era un apasionado de los gnomos de jardín.

George colocó varios enanos por el jardín de su mansión de Friar Park. Es mas, como quedó reflejado, los little people se integraron en la portada de su obra maestra All Things Must Pass. Además, en un guiño a esta cubierta,colocó a un enano disfrazado como los de su jardín en el vídeo de Between the devil and the deep blue sea (Brainwashed, 2003).

7. Escribió la primera canción especialmente pensada para un concierto benéfico.

Antes de temas populares como We Are the World de Michael Jackson o Freedom de Paul McCartney, George escribió la primera canción creada para un concierto benéfico. Bangladesh (1973), una composición maravillosamente (sobre)producida por Phil Spector, cerró el concierto del mismo nombre, un evento que reunió a seres humanos como Bob Dylan, Eric Clapton o Leon Russell para recaudar fondos y ayudar al país asiático. Que después muchos de los fondos se perdieron antes de llegar a Bangladesh, esa iba quedar para otra historia.

8. Solo volvió a tocar en vivo cuando los japoneses (y Eric Clapton) se lo pidieron.

Me dedico a mi jardín”, fue la respuesta más repetida por George cuando le preguntaban si iba a regresar a los escenarios. Tras la experiencia horrible de su tour norteamericano de 1974, muy bien descrita (y con un montón de material inédito) por Scorsese, Hari no iba a volver al directo hasta Japón en 1991. Eric Clapton le sugirió retomar las giras y, valga la redundancia, en un giro inesperado del destino, George aceptó. De ahí salió un LP en directo, Live in Japan (1992).

9. Intentó disuadir a quien atentó contra su vida cantando el mantra “Hare Krishna”.

Al igual que John Lennon dos décadas atrás, George también sufrió un atentado contra su vida, aunque afortunadamente lo sobrevivió. La noche del 29 de Diciembre de 1999, Michael Abram, un esquizofrénico paranoide convencido de que los beatles eran “brujos”, logró burlar las medidas de seguridad y se infiltró en la mansión de Friar Park. Cuando llegó hasta George, este trató de calmarlo cantándole el mantra "HareKrishna". Pero no sirvió de nada. Michael Abram atacó a George, que recibió heridas de arma blanca en el pecho y en el vientre, sobreviviendo al atentado gracias a la intervención de su esposa Olivia, quien prácticamente la salvó la vida, y junto a la cual finalmente pudo controlar al agresor.

10. El abrazo harrisoniano.

Ya muy enfermo de cáncer, su hermana Louise fue a visitarlo. George le dió un fuerte abrazo y le dijo: “Pásalo”. Así nacieron los “abrazos Harrison”, que se popularizaron en distintas partes del mundo. "Hace poco me escribió una fan de Argentina y me dijo que recibió un abrazo Harrison, de parte de una persona que lo había recibido de mí en otro país y le había llegado. Y hace pocas semanas otra persona me dijo que había dado su abrazo Harrison en 17 diferentes países. Para mí es maravilloso, es ver cómo el cariño de mi hermano se esparce por el mundo. De todo lo que uno deja en el mundo, el amor es lo más importante”, contó Louise. Fue uno de los últimos legados de un músico excepcional, un ser humano lleno de luz y un buscador incansable, convencido, como solía repetir uno de sus yogis más queridos, el Paramahansa Yoganada, de que “todo lo demás puede esperar, pero la búsqueda de Dios no puede esperar, y amarse los unos a los otros”.

jueves, 21 de julio de 2016

Shangri-La (5): George Harrison en Friar Park


En 1970, y motivado por la idea de llevar una vida más privada y no sufrir el acoso desencadenado por la beatlemanía, George Harrison, el beatle místico, compró Friar Park, acompañado de su por entonces esposa Pattie Boyd. La mansión neogótica está situada en Paradise Road, en las afueras de Henley-On-Thames, ciudad de Oxfordshire bañada por el río Támesis. Una de las cosas que más lo atraían inicialmente a George era la arquitectura del lugar: "Mi abuelo paterno, a quien nunca llegué a conocer, era albañil. Construyó muchas de las casas de estilo eduardiano de Princes Road, en Liverpool. Allí todo eran médicos y otros profesionales. En aquellos días sí que sabían cómo construir...excelente albañilería, ladrillos y buena madera. Quizás mi interés por la arquitectura venga de mi abuelo. Me gusta ver edificios bonitos, ya sea una casa de campo con el tejado de paja, ya sea la estación de St. Pancras".

La historia de este gigante señorial se remonta, por lo menos, hasta 1899. En aquella fecha, Sir Frank Crisp, juez de paz, había comprado la mansión a un reverendo, con el fin de demolerla casi por completo y levantarla nuevamente en forma de una monumental mansión gótica. Su "locura victoriana" incluía túneles subterráneos, pasajes ocultos, grutas e inclusive un arroyo fluyendo bajo sus cimientos.

Sir Frank Crisp, juez y jardinero

Arriba: mapa antiguo de Friar Park. Abajo: detalle de los bosques del mapa

A la muerte de Crisp, en 1919, la mansión pasó a las manos de unas monjas de la Pía Sociedad de San Francisco de Sales, donde albergaron un colegio local, The Sacred Heart School. Sin embargo, a finales de la década del 60´ cuando George comenzó a considerar la opción de mudarse allí, el lugar estaba muy deteriorado y a punto de ser demolido.

Vistazo al interior de la mansión



La influencia que tanto la casa como su antiguo dueño ejercieron en la vida de George fue enorme. "Me ayudó en mi estado de conciencia. No sé muy bien qué es lo que me hacía sentir, pero me sentía más fuerte. Encontré más vías de expresión al mudarme a esta casa, y es que todo tendía hacia arriba o estaba elevado", admitiría en "I, me, mine", su autobiografía. No sólo eso. También afirmó: "Me ayudó a activamente a ver las relaciones con mis amigos de un modo más tranquilo. Me hizo alcanzar el estado de consciencia para no obsesionarme con el lado negativo de las cosas, para tener más capacidad de perdonar".

Sir Frank Crisp no sólo era juez, también había cultivado la jardinería y la micología, algo que influyó mucho en George, que también asumió como propia la condición de jardinero. Canciones como la hermosa "Ballad of Sir Frankie Crisp (Let It Roll)", "Ding Dong, Ding Dong" o "The Answer´s At the End" fueron inspiradas y compuestas a partir de frases que el personaje victoriano había colgado en las paredes como, por ejemplo, "Pisa la hierba" o "Somos sombras, y como sombras nos marchamos".

Ballad of Sir Frankie Crisp (Let it Roll)

Partitura de la balada en honor a Sir Frank Crisp

La compra de Friar Park se concretó, entonces, en marzo de 1970,  por un monto de 336.000 dólares. La casa tenía ciento veinte habitaciones, varias bodegas, más de 16 hectáreas de jardines y tres lagos. Además, George le agregó una piscina, un helipuerto, una pista de tenis, un escenario de teatro en un claro del bosque, una fuente dedicada a Lord Shiva y un estudio de grabación. Para las obras, se contrataron diez jardineros y un botánico.

Arriba: Exteriores de Friar Park. Abajo: Jardines de la mansión

Con la guitarra, desde la nave central

Haciendo énfasis en su deseo de una vida lo más tranquila y alejada de los flashes posible, un aviso en diez idiomas colocado a la entrada, pretendía disuadir a los curiosos que llegasen hasta la puerta: "Privado: Prohibido Entrar". En Friar Park, George recibía a los Hare Krishna, a cuya religión ya se había convertido. Las plantas las compraba él mismo en un vivero cercano, propiedad de Konrad Engberts, El buen hombre recordaba la primera vez que el Beatle entró a su negocio: "¿Cómo marchan las cosas?", preguntó George. "Va todo muy lento", fue la respuesta del dueño del lugar. A lo que George añadió: "Te voy a dar un empujoncito". Casi cada planta y árbol que Konrad tenía a la venta en aquel momento fue comprado por un George decidido a construir su paraíso terrenal, su Shangri-La.

Caminata en los jardines
Una postal invernal
George en las grutas de la finca, un espacio para la oración (1970)

George y Ringo Starr de recorrido por las grutas hacia 1980

En el estudio de grabación que George montó en Friar Park, grabó sus trabajos desde Living in the Material World (1973) en adelante, incluyendo los discos Dark Horse(1974), Thirty Three & 1/3 (1976), George Harrison (1979), Cloud Nine (1987) y Brainwashed (2002), además de sobregrabaciones de los dos discos de Traveling Wilburys y parte de la filmación y grabación del proyecto The Beatles Anthology (1995). 
El primer año que George comenzó a vivir en la mansión con su por entonces mujer, Pattie , fue fotografiado en el jardín principal rodeado de cuatro gnomos de jardín para la portada de All Things Must Pass (1970). Una fotografía parecida, en la que aparece con su padre Harry seis años más tarde, se incluyó en el interior del disco Thirty Three & 1/3 (1976).

Arriba: una de las fotografías para la portada de All Things Must Pass (1970). Abajo: fotografía junto a su padre Harry, incluida en el interior de Thirty Three & 1/3


Con el paso de los años, y junto a Olivia Trinidad Arias, su segunda esposa, George restauró y cuidó los jardines, a los que atendió cuidadosamente hasta su muerte en noviembre de 2001, Dhani, su único hijo, destacó lo siguiente en el documental de Martin Scorsese (Living in the Material World): « Papá solía ir al jardín hacia medianoche. Estaba ahí entrecerrando los ojos porque podía mirar, a medianoche, el claro de luna y las sombras, y ese era su modo de no ver las malas hierbas y las imperfecciones que le aquejaban durante el día».

George junto a Olivia, el gran amor de su vida

Sobre la tranquilidad y la paz que sentía en Friar Park, George comentó hacia el final de su vida: «A veces siento que estoy en el planeta equivocado, y es genial cuando estoy en mi jardín. Pero cuando salgo por la puerta pienso: "¿Qué diablos estoy haciendo aquí?"».

Su maestro y amigo, el extraordinario sitarista hindú Pandit Ravi Shankar, compuso una vez una bella canción en honor a Friar Park. Un regalo inspirado en la vida y en el espacio sagrado de un hombre, que con su música y filosofía de vida, fue una chispa de luz en un mundo demasiadas veces oscuro.


Libro publicado por The Cardinals, y dedicado a la historia de Friar Park



Bibliografía consultada: 

- George Harrison, de Beatle a jardinero. De Javier Tarazona&Ricardo Gil, Ed. Milenio, 2010
- I, Me, Mine. Autobiografía de George Harrison. W.H.Allen, Londres, 1982
- While My Guitar Gently Weeps: The Music of George Harrison. De Simon Leng, 2006