Psicología de la religión, espiritualidad, política consciente, estudios mitológicos, y mundo simbólico. Blog de Juan Manuel Otero Barrigón
jueves, 21 de julio de 2016
Shangri-La (5): George Harrison en Friar Park
En 1970, y motivado por la idea de llevar una vida más privada y no sufrir el acoso desencadenado por la beatlemanía, George Harrison, el beatle místico, compró Friar Park, acompañado de su por entonces esposa Pattie Boyd. La mansión neogótica está situada en Paradise Road, en las afueras de Henley-On-Thames, ciudad de Oxfordshire bañada por el río Támesis. Una de las cosas que más lo atraían inicialmente a George era la arquitectura del lugar: "Mi abuelo paterno, a quien nunca llegué a conocer, era albañil. Construyó muchas de las casas de estilo eduardiano de Princes Road, en Liverpool. Allí todo eran médicos y otros profesionales. En aquellos días sí que sabían cómo construir...excelente albañilería, ladrillos y buena madera. Quizás mi interés por la arquitectura venga de mi abuelo. Me gusta ver edificios bonitos, ya sea una casa de campo con el tejado de paja, ya sea la estación de St. Pancras".
La historia de este gigante señorial se remonta, por lo menos, hasta 1899. En aquella fecha, Sir Frank Crisp, juez de paz, había comprado la mansión a un reverendo, con el fin de demolerla casi por completo y levantarla nuevamente en forma de una monumental mansión gótica. Su "locura victoriana" incluía túneles subterráneos, pasajes ocultos, grutas e inclusive un arroyo fluyendo bajo sus cimientos.
Sir Frank Crisp, juez y jardinero
Arriba: mapa antiguo de Friar Park. Abajo: detalle de los bosques del mapa
A la muerte de Crisp, en 1919, la mansión pasó a las manos de unas monjas de la Pía Sociedad de San Francisco de Sales, donde albergaron un colegio local, The Sacred Heart School. Sin embargo, a finales de la década del 60´ cuando George comenzó a considerar la opción de mudarse allí, el lugar estaba muy deteriorado y a punto de ser demolido.
Vistazo al interior de la mansión
La influencia que tanto la casa como su antiguo dueño ejercieron en la vida de George fue enorme. "Me ayudó en mi estado de conciencia. No sé muy bien qué es lo que me hacía sentir, pero me sentía más fuerte. Encontré más vías de expresión al mudarme a esta casa, y es que todo tendía hacia arriba o estaba elevado", admitiría en "I, me, mine", su autobiografía. No sólo eso. También afirmó: "Me ayudó a activamente a ver las relaciones con mis amigos de un modo más tranquilo. Me hizo alcanzar el estado de consciencia para no obsesionarme con el lado negativo de las cosas, para tener más capacidad de perdonar".
Sir Frank Crisp no sólo era juez, también había cultivado la jardinería y la micología, algo que influyó mucho en George, que también asumió como propia la condición de jardinero. Canciones como la hermosa "Ballad of Sir Frankie Crisp (Let It Roll)", "Ding Dong, Ding Dong" o "The Answer´s At the End" fueron inspiradas y compuestas a partir de frases que el personaje victoriano había colgado en las paredes como, por ejemplo, "Pisa la hierba" o "Somos sombras, y como sombras nos marchamos".
Ballad of Sir Frankie Crisp (Let it Roll)
Partitura de la balada en honor a Sir Frank Crisp
La compra de Friar Park se concretó, entonces, en marzo de 1970, por un monto de 336.000 dólares. La casa tenía ciento veinte habitaciones, varias bodegas, más de 16 hectáreas de jardines y tres lagos. Además, George le agregó una piscina, un helipuerto, una pista de tenis, un escenario de teatro en un claro del bosque, una fuente dedicada a Lord Shiva y un estudio de grabación. Para las obras, se contrataron diez jardineros y un botánico.
Arriba: Exteriores de Friar Park. Abajo: Jardines de la mansión
Con la guitarra, desde la nave central
Haciendo énfasis en su deseo de una vida lo más tranquila y alejada de los flashes posible, un aviso en diez idiomas colocado a la entrada, pretendía disuadir a los curiosos que llegasen hasta la puerta: "Privado: Prohibido Entrar". En Friar Park, George recibía a los Hare Krishna, a cuya religión ya se había convertido. Las plantas las compraba él mismo en un vivero cercano, propiedad de Konrad Engberts, El buen hombre recordaba la primera vez que el Beatle entró a su negocio: "¿Cómo marchan las cosas?", preguntó George. "Va todo muy lento", fue la respuesta del dueño del lugar. A lo que George añadió: "Te voy a dar un empujoncito". Casi cada planta y árbol que Konrad tenía a la venta en aquel momento fue comprado por un George decidido a construir su paraíso terrenal, su Shangri-La.
Caminata en los jardines
Una postal invernal
George en las grutas de la finca, un espacio para la oración (1970)
George y Ringo Starr de recorrido por las grutas hacia 1980
En el estudio de grabación que George montó en Friar Park, grabó sus trabajos desde Living in the Material World (1973) en adelante, incluyendo los discos Dark Horse(1974), Thirty Three & 1/3 (1976), George Harrison (1979), Cloud Nine (1987) y Brainwashed (2002), además de sobregrabaciones de los dos discos de Traveling Wilburys y parte de la filmación y grabación del proyecto The Beatles Anthology (1995).
El primer año que George comenzó a vivir en la mansión con su por entonces mujer, Pattie , fue fotografiado en el jardín principal rodeado de cuatro gnomos de jardín para la portada de All Things Must Pass (1970). Una fotografía parecida, en la que aparece con su padre Harry seis años más tarde, se incluyó en el interior del disco Thirty Three & 1/3 (1976).
Arriba: una de las fotografías para la portada de All Things Must Pass (1970). Abajo: fotografía junto a su padre Harry, incluida en el interior de Thirty Three & 1/3
Con el paso de los años, y junto a Olivia Trinidad Arias, su segunda esposa, George restauró y cuidó los jardines, a los que atendió cuidadosamente hasta su muerte en noviembre de 2001, Dhani, su único hijo, destacó lo siguiente en el documental de Martin Scorsese (Living in the Material World): « Papá solía ir al jardín hacia medianoche. Estaba ahí entrecerrando los ojos porque podía mirar, a medianoche, el claro de luna y las sombras, y ese era su modo de no ver las malas hierbas y las imperfecciones que le aquejaban durante el día».
George junto a Olivia, el gran amor de su vida
Sobre la tranquilidad y la paz que sentía en Friar Park, George comentó hacia el final de su vida: «A veces siento que estoy en el planeta equivocado, y es genial cuando estoy en mi jardín. Pero cuando salgo por la puerta pienso: "¿Qué diablos estoy haciendo aquí?"».
Su maestro y amigo, el extraordinario sitarista hindú Pandit Ravi Shankar, compuso una vez una bella canción en honor a Friar Park. Un regalo inspirado en la vida y en el espacio sagrado de un hombre, que con su música y filosofía de vida, fue una chispa de luz en un mundo demasiadas veces oscuro.
Libro publicado por The Cardinals, y dedicado a la historia de Friar Park
Bibliografía consultada:
- George Harrison, de Beatle a jardinero. De Javier Tarazona&Ricardo Gil, Ed. Milenio, 2010
- I, Me, Mine. Autobiografía de George Harrison. W.H.Allen, Londres, 1982
- While My Guitar Gently Weeps: The Music of George Harrison. De Simon Leng, 2006
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