"El sueño de Esculapio", de Sebastiano Ricci
El dios de la medicina para los griegos, Esculapio, marcó la tendencia pionera de los sueños como terapéuticos. Tal concepción se extendió tanto, que se encontraron restos de más de 3000 templos consagrados en toda la extensión de la antigua Grecia. Cada templo dedicado a Esculapio fomentaba la "incubatio", el generar sueños con fines terapéuticos, incluyendo salas de ejercicios, salas para los enfermos, un gran teatro, entre otras actvidades: templos a los que la gente concurría para soñar, y de ese modo curarse. Por la noche, los pacientes se disponían en lechos de reposo, apagándose las luces y dando lugar a la representación dramática de la aparición del dios Esculapio, escoltado por sus hijas: Higeia (la higiene, portadora de la salud), Panaqueia (Panacea, la farmacéutica que todo lo cura) y Egle (ocultista y partera). De cama en cama, untaban a los enfermos con unguentos. De ese modo, los pacientes soñaban con la escena, sueños en los que Esculapio transmitía un modo de curación, sueños incubados por imágenes donde los pacientes podían conectarse por ese medio simbólico con su naturaleza medicatrix y sanadora.
Virginia Modarelli, psicóloga integral y arteterapeuta
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