miércoles, 8 de julio de 2020

Algunas precisiones en torno a los Misterios de Eleusis (Dr. Néstor E. Costa)

"Los Misterios Eleusinos", Paul Sérusier, 1888

Hoy vamos a comenzar con un tipo de reflexión cuyo contenido se halla directamente relacionado con ciertos mitos. Me refiero a los Misterios de la antigüedad, palabra que de por sí suele generar en muchas personas una fuerte atracción, cuando no una gran curiosidad por saber en qué consistían los mismos. Estos Misterios, debían considerarse como verdaderas iniciaciones, a punto tal, que Arístides en el siglo II de nuestra era dijo que quienes tenían la fortuna de participar en ellos sentían que era algo "nuevo, sorprendente, inaccesible a la cognición racional".
Han sido, sin lugar a dudas, dentro de nuestra tradición greco/latina los Misterios Eleusinos o de Eleusis los más importantes del mundo antiguo. Eleusis era una localidad situada a pocos kilómetros de Atenas y se sabe que al menos desde mil años antes de Cristo se llevaron a efecto ceremonias iniciáticas en el Templo allí situado con el fin de rendirle culto anualmente a la diosa de la tierra Deméter (Ceres para los romanos) y al rapto de su hija Perséfone, por el dios del infierno Hades. Según autores, parece ser que estos rituales, que como tales convocaban al mito, provenían de Creta. Por otra parte, es interesante lo que destaca Bentue, cuando señala que el prefijo "De" que inicia el nombre de la diosa, equivale a "Ge", que significa tierra, de lo que se deriva su simbolismo como "Madre Tierra".
Este mito, ha llegado en su versión más original en un texto del siglo VII a. de C., conocido como "Himno Homérico a Deméter". Hay que destacar que hay pasajes del mismo dañados y si bien no es nuestra intención transcribirlo en su totalidad, nos parece interesante su inicio, que para nuestros fines es importante:"Comienzo por glorificar en mi canto a Deméter, veneranda diosa de hermosa cabelllera, y a su esbelta hija (Perséfone) a quien arrebató Hades".

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Respecto al elaborado ritual iniciático de los misterios eleusinos, debemos recordar que sus protagonistas principales son las diosas Deméter y su hija Perséfone, la que había sido raptada por parte de Hades, dios del Infierno y de los muertos para hacerla su esposa, rapto, por otra parte, que cae dentro de lo que se considera una acción arquetípica, dado que ha sido frecuente en muchas tradiciones y común en la Grecia Clásica. Pero antes, será necesario saber, muy sucintamente, como fue que se erigió este Templo en Eleusis y el papel que juegan en estos Misterios ambas diosas.
Perséfone, a quien también se la conoce como Core, estaba recogiendo flores en un campo junto a otras doncellas cuando ve un hermoso "narkissos" (narciso) al que quiere recoger, pero en ese momento "se abrió la tierra de anchos caminos en la llanura de Nisa y por la abertura, salió el soberano Polidegmón (Hades)...llevado por sus corceles inmortales y arrebatándola contra su voluntad en carro de oro, se la llevó mientras lloraba y gemía" (Fragmento del Himno Homérico a Deméter).
Esos gritos fueron escuchados por su madre, la que sintió que un agudo dolor traspasaba su pecho. La diosa anduvo deambulando muy entristecida durante nueve días, en los cuales no gustó de la ambrosía, ni del dulce néctar que era patrimonio de los dioses. Al fin de su peregrinar es recogida en la casa de Metanira y ésta le ofrece una copa "llena de vino dulce como la miel, pero la diosa la rechazó, afirmando que le estaba vedado beber el rojo vino; le rogó, en cambio, que le diera una mezcla de harina con agua y menta molida" (Ibidem de cita anterior) Metanira, sin saber aún que era la diosa, dado que para los mortales es muy difícil reconocer por su aspecto a los dioses, le preparó la mixtura y se la ofreció a Deméter, quien la aceptó de conformidad con el rito.
El pasaje al que hemos dado cita es sumamente importante para comprender la celebración del rito mistérico de Eleusis. Luego de ciertos sucesos, que no hacen al meollo de nuestros fines, Deméter se da a conocer como diosa de la tierra y de la fecundidad y que, como tal, representaba la mayor utilidad y alegría tanto para los inmortales como para los mortales y entonces ordena que se le construya un gran templo y le dice al pueblo que ella, en persona, les enseñará los Misterios.

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Ya hemos señalado que el Templo de Eleusis fue una creación de Deméter para su honra y la de su hija. Veamos qué debían hacer los que pretendían asistir a dichos misterios, lo que no era fácil, dado que se necesitaba ser iniciado para poder aspirar a los mismos. En resumidas cuentas, en ellos se convocaba la aparición de la mencionada diosa y la de su hija Perséfone regresando del Hades para encontrarse gloriosamente con su venerada madre.
Según se relata en "El camino a Eleusis", en ningún otro mito se escenificó en mayor medida la comunión entre los hombres y los dioses, entre los vivos y los muertos que en Eleusis. Estos cultos mistéricos tenían lugar dos veces al año; uno en la primavera (el "anthesterion") donde, durante dos días, se celebraban los "Misterios menores" o Pequeñas Eleusinas en los campos donde se suponía había sido rapatada Perséfone y en otoño (el boedromion), el que duraba una semana entera, pero ya en Eleusis, también llamado los "Misterios mayores" o Grandes Eleusinas.
Dichos rituales. siempre estaban dirigidos por "hierofantes" es decir, sacerdotes especializados en el ritual. A quienes se iban a iniciar se los denominaba "mystai", siendo la misión de los "hierofantes" mostrarles las cosas sagradas, las que constituían el núcleo del misterio, además de anunciarles los diversos pasos que debían llevar a cabo durante su estadía en el Templo, incluyendo ciertos brebajes especiales que se les suministraba. Debía transcurrir un año entre las Pequeñas Eleusinas y las Grandes Eleusinas, antes que los "mystai",luego de exigentes ejercicios ascéticos durante ese tiempo,fueran admitidos en Eleusis para lograr pasar de la categoría de "mystai" a "epoptai", es decir, "los que han visto".

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Los que asistían al rito de Eleusis, el que duró muchísimos siglos y el secreto que juraban mantener de lo que habían observado, ha sido notable, dado la enorme cantidad de gente que durante centenares de años había tenido la suerte de asistir. De esa experiencia inefable, los autores han señalado casi con unanimidad la transformación que habían vivido los iniciados.
Por otra parte, el mito de Deméter y Perséfone, su hija, están indisolublemente ligados. Por orden de Zeus, nos cuenta el mito, Perséfone pasaría una tercera parte de su vida en el Infierno y el resto del tiempo con su madre. La tradición, ubica a Deméter y su enojo con la esterilidad de la tierra que correspondería con la época del invierno, con lo cual se alteraba el orden del mundo, el que se restituía cuando nuevamente se unía a ella su hija, durante la primavera y verano. Pero esta interpretación difiere, sin que para ello debamos anularla, de la psicológica y que nos brinda Jung.
Deméter y Perséfone o Core, completan lo femenino en su caracter de ánima. De ahí que esta arquetipo puede aparecer a veces en forma positiva y a veces en forma negativa, tanto hacia lo alto como hacia lo bajo, genera cosas "ocultas" y muchas veces "secretas". Por otra parte, ambas diosas, representan lo más viejo y lo más joven, lo más fuerte y lo más débil, con lo cual, según Jung, amplían la estrecha consciencia individual hacia una personalidad mayor, más amplia. Nos dice el investigador suizo, que la psique existente antes de la consciencia, en este caso la hija, también participó de la psique materna mientras estuvo en su seno, pero también posteriormente, al nacer. Por eso podría decirse que cada madre contiene dentro de sí a su hija, y cada hija a su madre y que cada mujer se prolonga hacia atrás en la madre y hacia adelante en la hija.


Néstor E. Costa es el Presidente de la Asociación de Formación e Investigación en Psicología Analítica -AFIPA- Grupo de Desarrollo reconocido por la IAAP (International Association for Analytical Psychology), con sede en Buenos Aires, Argentina. Doctor en Psicología. Ex Vice Decano del Departamento de Psicología de la Universidad John F. Kennedy, fue uno de los fundadores de AFIPA en los primeros meses de 1996.


1 comentario:

  1. Agradecerle a mi amigo y Lic. en Psicología Juan Manuel Otero Barrigón, su disposición y su confianza para publicar en este blog mi humilde trabajo sobre uno de los misterios mejor guardados de la antigüedad clásica.

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