sábado, 9 de mayo de 2020

Pioneros en "Psicología de la Religión": (4) Théodore Flournoy



Nacido en 1854, Théodore Flournoy fue amigo de William James y estudiante de medicina bajo la dirección de Wilhelm Wundt. Ocupó provisionalmente una cátedra de Psicología Experimental que funcionaba en la Universidad de Ginebra, creada especialmente para él. Como James, se interesó profundamente por el fenómeno religioso, dedicándose durante un semestre a cursar en la Escuela de Teología de la misma ciudad. Sin embargo, decidió luego abandonar esta carrera ya que llegó a considerarla "una disciplina llena de dificultades innecesarias".  

Al que igual que su amigo estadounidense, Flournoy también se sirvió de documentos personales para sus investigaciones sobre la experiencia religiosa. En uno de sus trabajos publicados, una serie de seis autobiografías religiosas acompañadas de comentarios, el médico suizo destacó la gran diversidad de experiencias en las vidas por él estudiadas.  Su obra fue muy influyente en las tempranas exploraciones que Carl Gustav Jung realizaría sobre su prima (mediúm espiritista) Héléne Preiswerk, reflejadas en su propia tesis doctoral "Acerca de la psicología y patología de los llamados fenómenos ocultos", de 1902. De hecho, el sabio de Zurich menciona textualmente  en su autobiografía que "el concepto de la «imagination créatrice» («imaginación creadora»), que me interesaba en especial, lo tomé de él(refiriéndose a Flournoy). Asimismo, en "Wandlungen und Symbole der Libido" (Transformaciones y símbolos de la libido), editada en 1912, Jung también profundizó en el caso de Miss Miller, el cual originalmente había sido tratado por Flournoy, realizando sobre el mismo "un detallado análisis".

Las contribuciones de Flournoy a la psicología de la religión se condensan en la propuesta de dos principios fundamentales sobre los cuales buscó establecer los fundamentos de la disciplina, y cuyos importantes ecos se extienden hasta la actualidad:

1) Principio de exclusión de un Ser Superior: a partir del cual los psicólogos de la religión no deben afirmar ni desechar la existencia ontológica independiente del Misterio, ya que se trata de un aspecto que queda totalmente por fuera de su campo de competencia. Por el contrario, está dentro de su campo de estudios, reconocer el sentimiento de trascendencia y atender a sus manifestaciones y variaciones con la mayor rigurosidad posibles.

Observemos que este primer principio fue fundamental, nuevamente, para la obra junguiana en torno al fenómeno religioso, dado que Jung destacó siempre que sus teorías sobre la experiencia religiosa constituían un abordaje estrictamente psicológico y científico, declarándose prescindente de determinar la correspondencia objetiva de sus descubrimientos a nivel psicodinámico, puntualmente en lo referido a la existencia de Dios. 

2) Principio de interpretación biológica: de acuerdo con el cual, la psicología de la religión es, por un lado, a) fisiológica; en busca de las condiciones orgánicas que hacen posible el fenómeno religioso, b) genética o evolutiva; explorando los factores internos y externos involucrados en su desarrollo, c) comparativa; esto es, atenta a las diferencias individuales, y d) dinámica; reconociendo que la religión supone un fenómeno complejo en el cual están involucrados diversos factores interrelacionados a los que hay que  considerar. 

Además de la religión, otro de los grandes intereses de Flournoy fueron los fenómenos psíquicos y el espiritismo, a los cuales dedicó los últimos años de su vida. Uno de sus estudios más conocidos sobre el tema fue "Desde la India al planeta Marte", publicado en el año 1899. Trataba sobre una médium llamada Helen Smith, la cual parecía ser capaz de transmitir a otras personas información sobre sus vidas pasadas mediante un estado de trance. El libro documentó las experiencias de esta médium en términos de "ciclos románticos": el "ciclo marciano", "ciclo ultramarciano", y ciclos "hindú", "oriental" y "real". La obra tuvo fuerte resonancia dentro de la subcultura espiritualista de la época, pero Smith (cuyo nombre real era Catherine Elisa Muller) se decepcionó con Flournoy, dado que este había interpretado los distintos ciclos como fruto de la imagineria infantil de la psíquica , y su lenguaje marciano como un mero lenguaje elaborado. De cualquier modo, y hasta su último trabajo publicado en el año 1911, Flournoy siguió dedicándose a indagar en estos temas.
Para terminar, no podríamos dejar de recordar la importancia de incluir dentro de su legado el concepto de criptomnesia, que con posterior rigurosidad estudiaría Jung, remitiéndonos a la existencia de recuerdos ocultos para el campo de la consciencia. Es decir, recuerdos que la persona no sabe que los tiene y que no puede referir de donde los obtuvo o cómo se generaron. Flournoy fue, para varios historiadores de la psicología, el primero en documentar este fenómeno. Según el Diario Británico de Psiquiatría, "originalmente fue asumido que los recuerdos ciptomnésicos solo podían ser rememorados en estados alterados de conciencia. Hoy en día, el término se aplica para describir la aparición de recuerdos en estado normal de conciencia, los cuales no son reconocidos por el sujeto".


Reseña de Juan Manuel Otero Barrigón.


Fuentes consultadas:
* Flournoy, Theodore. From India to the Planet Mars. A study of a case of somnambulismo with glossolalia. New York/London, Harper and Brothers publishers, 1900.
* Goldsmith, Ronald E.
The Life and Work of Theodore Flournoy, 1854-1920. Michigan State University. Department of History, Michigan, 1979.

* Jung, Carl Gustav.  Recuerdos, sueños, pensamientos. Colección Los Tres Mundos. Séptima edición. Barcelona: Editorial Seix Barral, 1964.
* Jung, Carl Gustav. Obra Completa volumen 1: Estudios Psiquiátricos. 1. Acerca de la psicología y patología de los llamados fenómenos ocultos (1902). Madrid: Trotta, 1999 [2ª edición 2007].
* Wulff, David M. Psychology of Religion: Classic and Contemporary Views. Wiley, New Jersey, 1991.

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