viernes, 5 de junio de 2020

Sobre lo Colectivo prendido fuego

Pintura: Kambui Olujimi, The 3rd Precinct Burns in Minneapolis (2020). Cortesía del artista

En su "De bello Gallico", Julio César se refirió con la expresión <furor teutonicus> a la actitud belicosa y de loco heroísmo que expresaban algunos combatientes germánicos al enfrentarse con los ejércitos de Roma en el siglo I a.c: desnudos, aullando salvajemente, a pecho descubierto, y con las caras pintadas. Por su parte, existía un grupo de guerreros nórdicos de élite que según los relatos lograban alcanzar estados enloquecidos durante las batallas, y a los cuales la tradición bautizó "berserkers". En el ciclo mitológico irlandés, Cúchulainn era un guerrero símil al Aquiles griego, que mató tanto a amigos como enemigos. Y en la misma Grecia, Eris, la diosa griega de la discordia y la lucha, propició la Guerra de Troya. Sin olvidarnos tampoco de Kali, la diosa hindú con un tigre por vájana, y cuyo nombre deriva de sufrimiento, dolor, inquietud y sobresalto, que también supo incitar a la guerra. Las referencias míticas podrían multiplicarse. Los disturbios (riot, en inglés), estados contagiosos de posesión regresiva, pertenecen a este reino arquetípico. En su obra "Civilización en Transición" (Vol. 10 de las <Collected Works>) C.G.Jung escribió que "el hombre colectivo amenaza con sofocar al hombre individual, de cuyo sentido de responsabilidad todo lo valioso en la humanidad depende en última instancia...los verdaderos líderes de la humanidad son siempre aquellos que son capaces de autorreflexión".

Juan Manuel Otero Barrigón


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