sábado, 21 de diciembre de 2024

Serie Meditaciones #18. El umbral del enojo. Por Juan Manuel Otero Barrigón

MEDITACION #18 

Viendo una charla sobre la polarización social como signo de esta época, me quedé pensando en una frase del jesuita Emmanuel Sicre: “El enojo como clave de interpretación de la realidad es una trampa”. Es cierto que el enojo nos sacude cuando algo se quiebra, cuando una verdad nos pincha de frente, cuando una realidad que sentimos injusta nos subleva; pero cuando lo tomamos como único principio interpretativo, nos termina encerrando en su propia lógica, donde cada detalle pasa a ser un enemigo o una amenaza. El enojo muchas veces se disfraza de justicia, de defensa de lo correcto, pero nos atrapa en un ciclo repetitivo, donde cada respuesta es más feroz, y menos profunda. ¿Qué pasa cuando, al final del camino, ya no sabemos cómo pensar sin ira? Jung, al reflexionar sobre las emociones, decía que "todos los fenómenos psicológicos llevan inherente algún sentido de finalidad, incluso los meramente reactivos" (1916). El mundo se parte, sí, pero ¿y si esa fragmentación, cargada de ira, no fuera también un umbral, una puerta entreabierta hacia algo más grande? Tal vez la verdadera confrontación no sea con el otro, sino con lo que nos queda cuando dejamos de pensar en términos de enemigos.

JMOB.


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