Cuando Freddie Mercury compuso esta canción, la muerte rondaba a su alrededor. Faltaban apenas nueve de meses antes de que diera el paso trascendental hacia la otra orilla. Y si bien siempre se mantuvo fiel a la religión zoroástrica en la que lo educaron sus padres, durante muchos años estuvo alejado de cualquier inquietud o preocupación religiosa, algo que las letras de Queen, tantas veces acusadas de vanales, poco sutiles, demasiado limpias de metáforas, refleja muy bien. Sin embargo eso empezó a cambiar a partir del disco "The Miracle" (1989) y se hizo aún más evidente con "Innuendo" (1991), editado el mismo año de la muerte del genio de voz inmortal. "Innuendo" abre su telón, precisamente, con la canción que lleva el mismo nombre. Un alarido existencialista que desgarra, la fuerza de Mercurio consciente del paso que se avecina, metamorfoseado en predicador, subido al púlpito para regalar uno de sus últimos sermones.
Como datos anecdóticos, sus 6:28 minutos de duración, la convirtieron en una de las canciones más largas del grupo. Innuendo incluye, además, un maravilloso solo de guitarra flamenca a cargo de Steve Howe (el guitarrista de Yes) en forma de interludio. Este interludio trae reminiscencias al Queen de los años 70´ y al heavy metal.
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