jueves, 13 de octubre de 2016

Del amor y el monoteísmo (T.Reik)


"(...) Si nuestra tesis es correcta hay dos clases de personas que están incapacitadas para el amor: las que están completamente satisfechas de sí mismas y las que están profundamente insatisfechas de sí mismas. Pero, ¿existen realmente personas que están tan satisfechas que no pueden amar, o, mejor dicho, que no necesitan amar? Sin duda alguna; por ejemplo, muchos hombres de genio, investigadores, compositores, escritores, filósofos y espíritus religiosos que viven absorbidos por su trabajo. Son personas que han escogido otro camino para escapar de sí mismos, porque a veces también ellos, como a nosotros, su ego les inquieta. Su capacidad de amar es limitada debido a que están absorbidos por su trabajo (...) Dijimos que quien ama ha de haber sentido, al principio, celos o envidia del objeto amado; que ha de haberlo admirado y haberse sentido inferior a él. Ahora llegamos a la siguiente conclusión psicológica: el que no puede ser envidioso es inepto para el amor. Es una afirmación extraña, pero me parece irrefutable por lo que respecta a las emociones inconscientes. Los espíritus creadores antes citados, no es que sean incapaces de sentir envidia, pero o bien están tan absorbidos por su trabajo que su envidia no dura, o bien dominan sus celos rápidamente al considerar sus propias dotes y sus cualidades superiores. Ahora podemos ampliar nuestra previa afirmación anterior y decir que para amar hay que ser capaz de envidiar a una persona durante largo tiempo y tener celos de ella, no de sus éxitos. El enamorado es un monoteísta, que aunque sabe que otras personas adoran a dioses diferentes, no puede imaginar su existencia".


"El amor visto por un psicólogo", por Theodor Reik

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