viernes, 9 de febrero de 2024

Pequeño elogio a la tierra


La tierra, más que un simple suelo material, es el crisol donde se forja la identidad, una matriz de significados que se entrelazan con la historia y la cultura. En este arraigo, encontramos una clave de la comprensión del Justicialismo, una doctrina que, en su esencia, abraza la tierra como el fundamento de la comunidad. 

Para Heidegger, la tierra no es solo un espacio geográfico; es el espacio donde se despliega la existencia auténtica. Es el lugar donde las personas, al enraizarse, encuentran significado y pertenencia. Esta mirada, impregnada de poesía existencial, se conecta de manera intrigante con la esencia del Justicialismo, que también encuentra en la tierra el fundamento de la identidad nacional y social. En este cuadro, la tierra natal no es solo un escenario, sino un actor vital en la epopeya de la vida.

La tierra no es solo un lugar físico, sino un símbolo cargado de significados. Es el terruño que nutre las raíces de la comunidad, un testimonio de luchas compartidas y sueños colectivos. Es  la matriz de la autenticidad. Lugar donde las historias individuales se entrelazan para formar una narrativa colectiva. Escenario sagrado donde se despliega la danza de la vida, una danza que fusiona lo individual con lo comunitario, lo pasado con lo presente, lo trascendente con lo humano.

Bendita sea nuestra tierra.

JMOB.

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