Religión y política: la incidencia religiosa en los pueblos, por Hugo Luis Reggiani
(texto publicado originalmente en la revista de la Fundación ANU-AR, presidida por la historiadora Silvia Perazzo)
(texto publicado originalmente en la revista de la Fundación ANU-AR, presidida por la historiadora Silvia Perazzo)
Al estar tan presente lo trascendente en las personas, en las comunidades se va dando una situación de pertenencia a una determinada religión, situación que tendrà que ver con lo històrico, lo geogràfico, lo social y lo polìtico. En efecto, las religiones abarcan paìses o grupos de paìses, se manifiestan como adhesión a la fe de un gobernante, tienen que ver con la formación personal que adhiere a tradiciones, a ancestros, costumbres y tradiciones.
En muchos casos, si bien el individuo no es sumamente religioso, adhiere a una determinada religión por no dejar de pertenecer a su pueblo, familia o estado. Buscarà muchas veces seguridad y protecciòn, y los aspectos religiosos hacen lo demàs.
En nuestros tiempos, religión y estado se han ido separando y teniendo cada uno su àmbito, aunque se dan aùn algunos casos de simbiosis entre ambos, situación que a los occidentales nos llama mucho la atención (estamos generalmente ante casos fundamentalistas) pues nos hemos mentalizado que, aunque estemos en presencia de pueblos creyentes, el estado no debe proponer leyes, conductas o decisiones a partir de la religión oficial del paìs.
En Occidente, mayoritariamente cristiano, dividido entre catòlicos e iglesias llamadas protestantes, por un lado, y judìos, por otro, tenemos como base la Sagrada Escritura, que para el judaísmo termina en el Antiguo Testamento y para el cristianismo continùa, ademàs, en el Nuevo Testamento, siendo la lìnea divisoria el nacimiento de Jesús, el Cristo, el Salvador esperado.
Todas las expresiones religiosas nombradas tienen una antigüedad milenaria, la que mantiene en algunos casos tradiciones y rituales muy antiguos, ademàs de una teologìa que básicamente se mantiene intacta, con las actualizaciones y agregados propias de los tiempos.
Al sobrevenir las crisis econòmico-sociales latinoamericanas, con los avatares de golpes de estado, ajustes econòmicos y deterioro social muchas veces extremo, que deriva en ìndices altos de analfabetismo, alta mortalidad infantil, desnutrición, etc., los pueblos, en muchos casos, comenzaron una bùsqueda religiosa diferente, apartàndose un poco de las religiones tradicionales, y adhiriendo a nuevas propuestas, en el intento de encontrar no sòlo respuestas a los problemas que los acucian, sino tambièn un àmbito de contenciòn que sentìan que no tenìan en la religión de sus padres.
Se produce en todo el continente (incluyendo a los Estados Unidos) una verdadera explosión religiosa, que va adhiriendo a formas diferentes y variadas:
- predicadores electrònicos, muy mediàticos
- propuestas cristianas muy acentuadas en lo milagrero y gestual
- propuestas relacionadas con la magia y la superstición
- propuestas orientadas a la adivinación y predicciòn del futuro
- propuestas de comunicación con el mundo de los espìritus
- sincretismos diversos, que toman un poco de las propuestas mencionadas.
Indudablemente que en muchos casos las soluciones no pueden aparecer, pues si las circunstancias son propias de patologías, de angustia desesperada por problemas sentimentales, corpòreos, laborales, etc, no pueden ser resueltos por estas propuestas que sòlo traen consuelo , acompañamiento y contenciòn. Pero reciben adeptos a partir de sus pastores y predicadores, quienes con un gran poder de convicción muestran voluntad en resolver los problemas, se dicen sanadores, quieren demostrar que las soluciones estàn ahì, simplemente tenemos que buscarlas e incorporarlas a nuestra vida, todas muestras, en fin, de soluciones fàciles e inmediatas, que finalmente no solucionaràn el problema de fondo.
LA VINCULACION DE LA RELIGION Y LA POLITICA-EL CASO ESTADOUNIDENSE
Si buscamos situaciones en las que la religión incide en la polìtica, hallaremos muchos casos con variados matices, en los que la incidencia suele ser muy fuerte y se constituirà prácticamente en una teocracia, o en circunstancias en que de manera indirecta se mezclaràn factores nacionalistas y tradiciones que se intentan retomar a partir, fundamentalmente, de situaciones negativas que se dan en el presente.
Todo lo que acontecìa en los Estados Unidos a fines de los años 70 repercutìa en la población en su orgullo nacional, su filosofìa de vida, tan aparentemente exitosa. La crisis trae un despertar religioso como respuesta a lo que pasa en la sociedad. En ese momento aparecen muchos “profetas” y “salvadores”, mayormente predicadores con carisma que traen alivio a las penas de la gente.
Es en ese àmbito que Ronald Reagan tiene estrechos vìnculos en 1980 con los predicadores electrònicos, de tendencia cristiana, presentes en los medios. Màs tarde, en 1981, al crearse el Instituto sobre Democracia y Religión, el gobierno busca llevar la religión al àmbito netamente polìtico, para obtener su apoyo para sus proyectos. Es asì que los fieles siguen a estos pastores buscando a Dios, pero son manipulados con fines socio polìticos respaldados por el gobierno.
La Sagrada Escritura debe leerse a partir de una preparación previa, y debe estar orientada por aquellos que la han estudiado. Al ser un texto tan antiguo, y haber sido escrita en hebreo y griego, mayormente, necesita explicaciones de exegetas que conocen el contexto històrico, los autores y su època, la intenciòn que cada libro tiene, el mensaje que quiere mostrar el autor, etc. De ahì que no se puede tomar la Palabra al pie de la letra, ni interpretar lo que al lector le parece. De todo èsto surge que enseñarla es obra de expertos, o personas que han tenido que estudiar a fondo los contenidos de la totalidad de los Libros Sagrados.
Todos los pastores de los grupos mencionados, son personas de escasa formación y que terminan en una situación fundamentalista, es decir, rechazar la aplicación de la razòn a la lectura de la Biblia. Al aferrarse al sentido literalista de la Escritura, interpretan lo que quieren y buscan los textos que les conviene para justificar su mentalidad individual, conservadora, y tambièn manipuladora. Serà inevitable el choque con los expertos de la Biblia(catòlicos, protestantes, ortodoxos) formados en los grandes centros de estudios bìblicos.
Algunos ejemplos de estos predicadores son: Rex Humbard, Jerry Falwell, Pat Robertson, y principalmente Jimmy Swaggart.
Dos dècadas màs tarde, George W. Bush , presidente de EEUU en el inicio del milenio, manifestò de modo coercitivo e imperativo su fuerte convicción religiosa, obligando a la gente de su gabinete a la lectura obligatoria de la Biblia (contado por David Frum, el hombre que redactaba los discursos presidenciales) y sintièndose un predestinado de Dios para ejercer su cargo. Fuertemente embebido del enfoque calvinista sobre este tema, Bush realizò desde su cargo de gobernador de Texas y luego como presidente de su paìs una campaña donde, al sentirse predestinado por Dios, no podìa tener culpa de sus actos y de su bùsqueda de un nuevo orden internacional regido por la coacción y la fuerza, incluyendo lo econòmico.
EL CASO LATINOAMERICANO
Sabemos que la dominaciòn estadounidense en el siglo XX ha abarcado todos los terrenos. La dura polìtica norteamericana se reflejò con fuertes aumentos de pobreza (con las consecuencias sociales que ella acarrea:analfabetismo, desnutrición, atraso social, etc) y una corriente militarista para sostener las crecientes demandas populares, que aunque fomentadas desde la izquierda, eran legìtimos rechazos a un sistema que sòlo favorecìa la consolidación de la explotaciòn del màs fuerte a costa del màs dèbil (tal la frase del Documento de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano reunido en Puebla,Mèxico: “ricos cada vez màs ricos a costa de pobres cada vez màs pobres”).
Para atenuar los conflictos y frenar intentos progresistas, los Estados Unidos fomentaron dos situaciones:
a) Una situación ideològica, mediante la Doctrina de la Seguridad Nacional, fogoneada en sectores militares
b) Una situación religiosa, exportando gran nùmero de corporaciones religiosas de mentalidad reaccionaria, financiadas por organismos conservadores o particulares allegados a los intereses norteamericanos.
Juan Pablo II llamaba a Amèrica Latina “El continente de la esperanza”. Aquel Papa veìa en esta porciòn del mapa una gran fe, una gran devociòn mariana (a la Virgen Marìa, Madre de Dios) y por ello tuvo una mirada muy distinta sobre Amèrica Latina respecto al resto de la grey catòlica. Precisamente, como el catolicismo fue siempre un elemento de uniòn, al combatir su Iglesia se intentò desunir lo que estuvo fuertemente consolidado.
Por ello, se produce una verdadera invasión de grupos extraños, fundamentalistas, adictos a la polìtica capitalista y conservadora norteamericana. Y vienen centenares de predicadores a plantear caminos de salvaciòn desde la òptica ideològica burguesa de Estados Unidos.
Reagan hablaba, justificando estas medidas, en el Documento de Santa Fe I y II de “fuerzas marxistas y leninistas que utilizaron a la Iglesia como arma polìtica contra la propiedad privada y el sistema capitalista”, y tambièn, respecto a la Teologìa de la Liberación “una doctrina polìtica disfrazada de creencia religiosa, opuesta al Papa y a la libre empresa”.
En consecuencia, se darà este fenómeno principalmente en dos clases de grupos religiosos, coherentes con la polìtica del paìs del Norte:
1) Las llamadas sectas y movimientos pseudos-religiosos, que tienen una doctrina con grandes simplificaciones de la fe, interpretan la Biblia de manera literal, son fanàticos y proselitistas, condenan a los que no piensan como ellos, practican lavado de cerebro, y convierten a sus seguidores en seres que se desapartan cada vez màs del mundo (familia, amigos,etc) para encerrarse en esos grupos. Aunque aparentemente no se meten en polìtica, son conservadoras, adictas al capitalismo de EEUU y varias anticomunistas.
2) Los que aprovechan los medios de difusión, como la radio, la televisión y la informàtica.
EL CASO ARGENTINO
Nuestro paìs siempre tuvo una actitud abierta a toda manifestación forànea. Las nuevas religiones no han sido la excepción. Somos un paìs muy fuertemente catòlico, situación que se nota en sus innumerables templos, colegios, òrdenes religiosas, nombres de calles, pueblos y ciudades, patronato de la Virgen Marìa y los Santos en sus actividades, etc. Luego tienen injerencia importante las religiones hebrea, ortodoxa, las iglesias històricas protestantes y el Islam.
En las ùltimas dècadas han crecido otras religiones, a partir tambièn de lo que enunciàbamos antes del fomento extranjero hacia otras propuestas menos tradicionales y màs livianas y sencillas.
Estas situaciones de cambios y en cierto modo desòrdenes sociales llevaron a muchos a adherir tambièn a propuestas màgicas, esotèricas, y desviaciones sincrèticas que realmente han agravado el problema del que las buscò en vez de solucionarlo.
Actualmente en el Ministerio de Relaciones y Culto se cuenta con un nùmero superior a mil cien cultos inscriptos, con sus autorizaciones correspondientes.
Si bien ningún grupo de los nuevos o no tradicionales se manifiesta con una tendencia partidista o ideològica, aunque intenten tener una neutralidad en este aspecto, sostienen el sistema: bajo las apariencia de salvaciòn fomentan, refuerzan y divulgan, sin quererlo, este verdadero negocio de la salvaciòn, con lo cual se sospecha un deseo solapado que desborda el del simple propagar la religión. Un individuo alienado religiosamente puede ser dominado ideológicamente, y muchos de los predicadores que citàbamos tienen este perfil.
Estos grupos tienen una fuerte tendencia, a veces directa, a atacar a la Iglesia Catòlica. Utilizan como muletilla permanente la crìtica continua, y a veces llegan a catalogar de satànica su figura. Y suelen desnaturalizar el objetivo ùltimo de ella que es la de la comunidad, de la familia cristiana, predicando una religión individualista, de salvaciòn personal, algo totalmente privado desconectado de la comunidad. El perfil de un individuo sectario es fácilmente dominable. Se silencia el trabajo cristiano del compromiso comunitario para transformar la sociedad, los empeños polìticos, el rechazo a la explotaciòn, la miseria. Es un cristianismo encerrado en personas aisladas, que termina convirtiendo a la persona en alguien atrofiado y totalmente afuera de la realidad que le toca vivir.
En este contexto se debe citar a los Testigos de Jehová, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dìas (Mormones), Adventistas del Sèptimo Dìa, todas las Iglesias Pentecostales, La Iglesia de la Unificación (Secta Moon) y dentro de las que han llegado en las ùltimas dècadas la Iglesia Universal del Reino de Dios. Las propuestas orientales (exceptuado obviamente el Budismo) como el Hare Krishna, Sai Baba, y otras, no han tenido peso masivo, màs bien se circunscribe a grupos minoritarios .
EL CASO ISLAMICO
Es, sin dudas, el caso màs evidente de la simbiosis religión-estado. Los estados musulmanes viven en una situación teocràtica, de corte fundamentalista, en muchos casos monopolio de los ayatollahs.
El caso màs reciente, el que posiblemente sea el màs notorio, es el de Irak. Luego de la caìda de la dictadura de Saddam Hussein este paìs busca su reconstituciòn, y los aspectos religiosos tienen una relevancia suprema, dado la experiencia religiosa de su pueblo y la injerencia de sus lìderes, divididos en distintas facciones. Hay muchos chiitas moderados, asì como sunnitas fundamentalistas. La divisiòn se a partir que el chiísmo està arraigado especialmente en el sector màs primitivo, marginal y rural, mientras que los sunnitas vienen del sector urbano, màs instruidos y mejor ubicados socialmente. Los chiìtas siempre han estado al margen del poder, monopolizado por los sunnitas.
En los paìses del Islam se continùa hablando de guerra santa, de los soldados del Islam. Merece un pàrrafo aparte el lugar de la mujer en estas culturas. Si bien los musulmanes màs puros rechazan el trato que se les da a las mujeres musulmanas, pues afirman que en ningún momento El Coràn afirma que debe llevarse a cabo esas conductas, todos los grupos fundamentalistas proceden de un modo medieval, obligando a la mujer a cubrirse totalmente, a no poder capacitarse, no poder manejarse solas, y otras cuestiones que nos dan un perfil de una sociedad absolutamente machista, pero con un sometimiento extremo hacia la mujer.
Los lìderes de estos estados no aceptan cambios que se inclinen hacia la democracia, que separen religión y estado. Su afirmación que el Islam debe ser respetado implica que el tipo de estado al que se apunta debe ser teocràtico.
LA RESPUESTA ACTUAL.
Muchos afirman que deberìan separarse las cuestiones polìticas de la religión. Entiendo que es un error separar al individuo de sus creencias, pues los principios religiosos, especialmente los morales, no se quedan encerrados en un templo: el ciudadano actual es un producto de una serie de variables ètnicas, culturales, tradiciones, historia, todo lo que incluye su experiencia religiosa. De ahì que se gobierna desde la fe, se vota desde la fe, se construye una familia y la propia vida desde la fe. La religión impregna toda la vida de una persona.
Lo que nos resulta a los occidentales extraño y hasta primitivo que existan paìses y comunidades de estilo teocràtico, donde cada decisión de estado se fundamente en escritos religiosos que, indudablemente, no tuvieron ninguna intenciòn de expresar lo que se les quiere hacer decir, los que pueden estar manipulados por aquellos que quieren justificar muchas veces decisiones extremas con la Palabra de Dios a la vista.
Ante el desengaño de muchos ante las religiones tradicionales, han aparecido nuevas propuestas o se han replanteado las ya existentes, tarea èsta muy difícil dado el grado de conservadorismo que se tiene la sensación de enfrentar cuando se habla de reformas. Sin el ànimo de erradicar la religión (que fue el camino comunista), la post-modernidad crea movimientos adeptos a la tecnología, como el evangelismo moderno, el hindutva en India, el islamismo wahabita en Oriente Medio, el pentecostalismo en Africa y Amèrica Latina, y en cierto modo el Opus Dei y el movimiento carismàtico en el catolicismo.
Un factor comùn de estas neo-ortodoxias es el despliegue de organizaciones sofisticadas y con capacidad polìtica. Se trata de usar los medios para reclutar gente, nuevos adeptos que ayuden a fortalecer la conexión con los antiguos, prestar servicios sociales y catapultar sus intereses en la esfera pùblica.
La cuestión es, si el empleo de las herramientas del mundo moderno son compatibles con la democracia actual. La ideología extrema religiosa ha crecido enormemente:desde 2000 a nuestros dìas el 43% de las guerras civiles son por causas religiosas, destacàndose principalmente los ataques terroristas.
Sin embargo, las religiones han movilizado a los pueblos para oponerse a las dictaduras, para comenzar transiciones democràticas, fomentar la aplicación de los derechos humanos y para buscar caminos de alivio a las grandes necesidades de la población.
Para muchos, la centralización del catolicismo lo convirtió en un competidor de los gobiernos, mientras el Islam y el pentecostalismo no se encuentran centralizados bajo un liderazgo que responda a los cambios bruscos de tipo polìtico-social. Las autoridades locales se tientan con radicalizarse con el fin de compensar su debilidad frente al Estado o para desariar a figuras màs establecidas.
Hasta el fin del anterior milenio se hablaba de brotes religiosos politizados como desvìos temporales. Hoy no podemos hablar asì: el secularismo es cada vez menos sòlido. La vuelta a los valores religiosos parece ser la conclusión final de las masas populares, desengañadas con gobiernos que no sienten que los representen. El hombre post-moderno quisiera ver un regreso a esos valores que, desde la polìtica, no se nota que estèn presentes, màs bien los ve como una declamaciòn de escritorio pero que no se corresponde con reformas de fondo que le arreglen su situación.
Hugo Luis Reggiani, catequista, estudioso de temas biblícos y religiosos
Hugo Luis Reggiani, catequista, estudioso de temas biblícos y religiosos
Bibliografía utilizada:
LAS SECTAS EN AMERICA LATINA. Autores Varios. Editorial Claretiana-Bs.As. 1986 SHOPPING ESPIRITUAL. Las sectas al desnudo Alfredo Silletta.Grupo Editorial Planeta.2007 III CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO. La Evangelizaciòn en el presente y en el futuro de Amèrica Latina.Documento de Puebla.Edic.San Pablo 1979
POLITICA Y PREDICADORES ELECTRONICOS.Victorino Zecchetto SDB.Ediciones Don Bosco 1989
EL FUNDAMENTALISMO RELIGIOSO.Una nueva forma de antiecumenismo.Josè Covarrubias. La Naciòn 2-4-1990
IRAK Hoy. Mario Vargas Llosa. La Naciòn 18-8-2003
DIOS EN LA POLITICA.Timothy Samuel Shah. La Naciòn 20-8-2006
BUSH, EL GUERRERO DE DIOS Y LA EXPANSION IMPERIAL.Telma Luzzani.Clarìn 2-3- 2003
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