(Improvisaciones sobre “El Arte de Amar” de Erich Fromm).
Por Jorge Garzarelli
Palabras clave:
Amor, Arte, Libertad, Soledad
Introducción
En toda la
historia de la Humanidad, tres son los pilares del drama de la Existencia continua.
El Amor, La Locura y La Muerte
Es que, a partir
de las vivencias en las que se desliza nuestra sociedad cual una “melange” de
discursos amorosos, sobreviene la pregunta fundamental de que es el Amor en
nuestra época en que los valores que
antes sustentaban nuestra estructura hoy están desdibujados, transformados y
enrarecidos en una atmósfera evanescente y transparente.
De aquí es que
ubicándome en esta actualidad considero necesaria e imprescindible ubicar nuestras
existencias a partir de preguntas que urgentemente deberían ser consideradas para
poder de algún modo establecer parámetros en el nuevo diseño vital.
Desarrollo
El amor es un estremecimiento de todo el Ser.
Estremecimiento
en nuestro cuerpo como materia concreta, en cuanto aparece la pulsión amorosa
que en el Ser se anida y se acerca como la primera vez cuando nuestra madre nos
abrazó y nos impregnó con la Imago fundamental de ser humano.
Porque se dice “estoy
enamorado”?
¿Porque el amor
convoca a una conjugación con el otro semejante que no significa un igual a
quien puedo amar en libertad?
El ser amado y
amar al otro comporta aquí alguna otra forma de la libertad del ser ya que el
amor es una profunda creencia del yo, una fe en el otro y la fe del otro en mi.
Muchas veces se
escuchamos o decimos “no puedo estar sin vos” . Esto es como
una mentira conveniente, ya que deberíamos aclarar con sinceridad, “no quiero ser sin vos”.
Aquí entraríamos
de lleno en el espacio líquido de la angustia de llegar a ser sin otro. Narciso
se manifiesta en su mortal reflejo. Amor de espejo, amor sin sustancia, sin
dimensión, encerrado en la prisión del egoísmo.
Vivir sin el otro, es la más profunda y dolorosa pesadilla. El otro es una continuidad en lo cotidiano, es quien me hace sentir que soy libre de ser y lo que deseo ser.
Recuerdo aquí una
frase de un paciente que una vez me dijo “estoy
tan pero, tan enamorado que me quiero
morir”. Le señale sonriente que, “morir
de amor es una buena razón para morir, pero que para amar es preciso vivir”. Nunca
más toco el tema, por lo que imagino sigue enamorado hasta el día de hoy.
El amor, es la puerta abierta de la libertad. Otro tema que le preocupaba a Fromm
cuando escribió su “El miedo a la libertad”. Hoy en día escuchamos decir con
cierta liviandad, prefiero no amar, porque me ata al otro, sin darse cuenta
acaso que entonces estaría atado o atada a la fría soledad
Al amor le ponemos
todos los nombres posibles, le inventamos palabras nuevas, porque así lo pide,
palabras instantáneas, sutiles como una brisa y fuertes como las montañas
El amor se
presenta y representa continuamente en el Arte bajo las formas de música,
literatura, teatro, cine, etc. tan profunda es su impronta en la vida humana.
El amor es una
acción creativa que presupone la entrega y la aceptación de lo que el otro
puede y quiere darme. Sobre todo es la entrega de mi y es claro que el otro
debería decirme que me acepta.
Cuando abrazo al
otro, abrazo una totalidad que ignoro, pero en la que creo, me conjuga y
armoniza. El amor de convivencia esta pleno de sus sonidos, como de sus
perfumes, su respirar por la noche, cuando alguna vez nos despertamos
sobresaltados y abrazamos a “alguien amado” para estar seguros de que sigue
viviendo.
Vivir en soledad
de amor, es el más profundo sentimiento de desesperanza en el que aparece la
helada sensación del silencio del otro.
Es en la caída de
abandono eterno, el paso más cercano al inevitable paso a la muerte o hacia
la locura. Es por falta de amor que deviene la locura en el ser. La locura será
el último hueco vacío que puede sostener a nuestra mente. La locura es el Cero
de la Nada. El punto por donde se fuga la Vida.
Es la emergencia
del espíritu desnudo.
Cuando no hay
amor, hay angustia. Estan aquí las separaciones definitivas, la muerte del otro,
la ausencia de poder recibir y poder dar. El nudo de la impotencia en la total
ausencia del abrazo sublime del ser que amamos.
¿Qué hacer cuando
quiero y necesito amar y no encuentro a quien? El encuentro es, con la pulsión
de muerte, el frío silencio, la ausencia de tu voz, tu calor, tu mirada, ya que
sos vos quien como semejante da testimonio de quien soy.
Una “cosa
obscura”, resplandece cuando se es amado, tal como la obscuridad clara que es
descubierta, por algún brillo lejano y misterioso como la luz de los bichitos
nocturnos.
Quizás, yo creo,
uno de los peores sufrimientos nuestros, sea el que deviene de la falta de
amor.
Sin amor, en
todas sus formas, intensidades y diferencias, el mundo estará amenazado. De
hecho lo está actualmente en la inconstancia y fragilidad de nuestros vínculos
en los que el amor respira pidiendo socorro en forma de fragmentos.(Cfrs.Byung-Chul,2013)
No luchar más en
contra de la aparición del amor, es una acción ética que debemos realizar, sin delación
ni espera para un mundo mejor, por lo que luchar a favor del amor es un deber ético
e instantáneo aquí y ahora “Dasein”. Hoy mismo y desde nuestra profundidad.
Cuando hablo,
pienso y escribo sobre el Amor, busco alguna felicidad, sino estoy incierto,
ansioso y desnudo.
Solo me noto con
las ropas del sonido de las palabras que digo, que siento y que escribo.
¿Escribir es una
forma importante para acercarnos al “ruido” del sujeto?
Escribir es como
un campo de semillas alegres que esperan convertirse en árboles silenciosos,
dadores de vida. Aquellos que dan sin pedir nada a cambio.
El amor siempre,
siempre es una producción abierta a todos, sea quien sea el otro, aunque todos
sabemos que es difícil amar al enemigo, pero si no amamos de algún modo, somos nosotros
nuestros propios enemigos.
El amor en algún
sentido se parece a un campo de batalla en el que hay que ser “disciplinados” para
vencer la inercia, la indiferencia, el desinterés.
Por eso en el Arte de Amar (segun E.Fromm) señala que,
debemos acceder a la concentración en el otro.
Concentración con
el otro siempre buscando alguna forma de plenitud, como en el mito de los
Andróginos, (Cfrs.El Banquete, Platon) donde cada parte disociada, buscaba
desesperadamente la parte que lo completara.
Aquí podemos
encontrar la sugerencia de la estética en el sentido de la vida en nuestro
mundo.
Mundo en el que
observamos y “sufrimos” en forma sistemática dis y contravalores, que presentan sus
inevitables consecuencias en la credencial del odio. Odio que comporta al mismo tiempo
la imposibilidad de amar.Odiamos cuando no sabemos, abrazar, escuchar, mirar,
reconocer, besar, sentir al otro, quien es una extensión de este infinito
universo que se nos ha legado, lo que resulta de no reconocer lo que es bueno
en cada uno de uno y en cada uno de los otros.
Por supuesto que,
odiamos la injusticia, la deslealtad, el hambre, la guerra,….la lista es enorme.
Piense cada uno
de ustedes en la historia del mundo y en sus propias historias, cuantas veces
han y hemos sentido, odios, resentimientos, venganzas etc. y pongan en las
balanzas de sus conciencias, la fuerte penetrante e hiriente señal de que ese
no es el camino que nos conviene, siendo el odio el que produce el mayor
desequilibrio mental.
En este sentido
el odio es un pecado del (lat. “pecatum” – falta), porque nos hace perder el
tiempo, siendo “per se” la forma más destructiva de todos los sentimientos.
El amor siempre se
pliega y despliega en el agradecer y agradecer
es un acto de sanidad.
Agradecer cuando
nos miran y reconocen, cuando nos tocan con ternura, cuando nos besan con
suavidad, cuando no escuchan con atención, con fortaleza y cuando miramos,
tocamos, besamos, escuchamos y abrazamos al otro a quien amamos o a quien
queremos amar, en esa totalidad que supone el alma y el cuerpo.
Cuerpo que
algunos consideran trono del alma. Cuerpo que nos conecta con la realidad que
vivimos, la externa y la interna y que es asiento del yo que somos desde que
nacemos, nos desplegamos y dejamos de ser.
Cuerpo que es el
asiento singular de nuestras emociones perdurables.
Cuerpo que habla
desde el corazón, toca con nuestras manos, abraza con nuestros brazos, mira con
nuestros ojos, besa con nuestra boca y escucha
y ve los sonidos y colores del mundo.
¿Como es que,
corriendo disparatadamente en esta sociedad transparente, no nos detenemos a
sentir quienes somos y quien el otro es?
¿Como es que no
podemos amar cuando tenemos todos los instrumentos para hacerlo, tal como si
fuéramos una orquesta sinfónica en la que todos los instrumentos actúan
armónicamente tal como si fueran uno?
Ese Uno que buscamos cuando amamos.
Con toda
seguridad E Fromm,(2012) afirma el gran paradigma de que Amar es un Arte, como también afirma que el amor no es comunista,
ni fascista, ni capitalista. Es inmortal a las estructuras sociales, políticas
y económicas.
Mi amor por el
Arte me llevó de hecho a leer con mas detención el “Arte de amar” de Fromm, uno
de mis tantos libros predilectos.
Entenderé por el momento, por Arte del( latin “ars” y del griego “techné”) ya que es una definición abierta, subjetiva y discutible a “aquella actividad en la que el hombre recrea, con una finalidad estética un aspecto de la realidad en formas bellas, valiéndose de la materia, la imagen y el sonido”.
Particularmente
creo y estoy seguro que es así y no solamente contando con mi experiencia
individual y colectiva sino con lo que he comprendido a lo largo de mi vida,
sobre todo en el apasionante y sereno camino con mis amigos.
Porque hay en el
Amigo, una elección honesta y sincera en la que puedo contar tanto en el ángulo
solitario de algunas tristezas como en el portón siempre abierto, claro y
transparente de las alegrías.
En el amor dice
Fromm, (2012) también hay paciencia y tranquilidad. Digo esto y pienso en “relajarse en los abrazos del ser querido”.
Es claro que uno
cuando siente la naturaleza vibrar dentro de sí, no solo quiere a los amigos,
la lista es muy larga y ustedes la conocerán dentro de sus propios y singulares
lugares de la vida.
El Amor es un arte (Cfrs.Fromm,2012) en el sentido que requiere
esfuerzo tanto para amarnos como para amar al otro. El amor permite superar
todas las barreras culturales y aun después de nuestra muerte durante un largo
periodo de tiempo podemos seguir siendo amados por nuestros hijos, nietos
inclusive por las obras que hemos legado al mundo. Aquí nos encontramos con
todas las diferentes clases de artistas.
Este aprendizaje
del amor, da resultados cercanos al esplendor
de la trascendencia.
En esta pequeña
eternidad que los seres humanos llamamos Vida, nos pasa de todo y en este mismo
momento en que el que estamos nosotros todos juntos aquí por alguna razón –
cada uno con sus razones pero aunados por un tema que los ha convocado-, me
gustaría preguntarles, ¿que los trajo a este evento?
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¿Cuando emerge el
Amor en el mundo?
No lo sabemos
pero podemos inferir que forma parte indisoluble de nuestra evolución como
Personas compuesta, como señalaba nuestro querido Padre Ismael Quiles, por siete
niveles todos integrados. Nivel físico, químico, biológico, psicológico, social,
ético moral y espiritual.
¿Donde colocamos
al Amor?
Y yo les diría que en cuanto Personas, en todos los niveles, cada uno con su rango de estructura íntimamente conectados y funcionando dinámicamente. El amor esta en diferentes cantidades energéticas en todo el cuerpo humano y lo situamos en el corazón, mientras que los antiguos lo situaban en el hígado (Cfrs. El mito de Prometeo) y en la cabeza,´en la glándula tiroides que regulan nuestro metabolismo, en el timo que se agranda cuando amamos, en el pecho cuando sentimos angustia (del sanscrito “Ang”, angustia, angosto) ,en el plexo solar “Manipura” en India que vibra cuando abrazamos y que para ellos es de color amarillo, punto dorado en Música y que se corresponde con el “chakra” del poder, al que se le asimila la tonalidad de Sol Mayor.
Señalo esto brevemente como una forma de decir que el
amor está en todas las culturas en diferentes formas pero siempre esencialmente
y altamente vinculado al apego que los seres humanos tenemos no solo entre
nosotros sino también a la Naturaleza que nos rodea.
Lo encontramos en
nuestro cuerpo, en los tres cerebros de los reptiles, en el de los mamíferos y
en el neocortex de los humanos.
Es decir, si lo
queremos ubicar, está en todas los lugares del mundo en que habitamos. Solo
observemos con cuidado nuestro entorno y todo está a nuestro servicio y
beneficio lo que nos hace vibrar y sentirnos vivos. Emociones que son por sí
mismas verdaderas.
El amor nos hace
olvidadizos, obsesivos, inseguros, celosos, nos sume en la depresión o en la
euforia. El amor llega por azar y es incontrolable, quiebra a la razón y se
soporta en una biología al servicio de la supervivencia, actuando desde
nuestros circuitos cerebrales como feromonas a favor del flechazo amoroso. “El punto de unión como sueño de unión total
con el ser amado” (Cfrs.Barthes,2002)
El amor al mismo
tiempo que nos interpela, es la respuesta misma que nos da la vida cuando nos
preguntamos sobre que, por qué y para que vivir.
La respuesta
final no la tiene el odio, que bajo diferentes maneras casi constantemente
presenta sus infames credenciales, desde el desprecio diario hacia el otro
hasta la más destructiva de sus formas, la guerra.
Hoy en dia el
amor parece haber caído en desuso y en esta “modernidad liquida” al decir de
Bauman (2005) en la que todos corremos detrás de no sé que ideales, impera el
“amor flotante”, sin responsabilidad por el otro. El otro es un automático
sexual. Sociedad con seres inciertos y cada vez más imprevisibles. Sociedad
paranoide y caótica en la que la palabra amor, ha sido degradada a una gramática
digna de un bizarro infierno.
Sociedad en la
que a los hombres se los intenta convertir en “pixeles” para ser controlados
por un panóptico al servicio del poder económico. El hombre verdadero montará
una filosofía que insistirá en que el Amor es indestructible como el átomo
universal que conforma el Alma.
Aquellas tres
formas del Amor en Grecia, el “Eros” sensual, erótico y asimismo vital, la
“Philia” el amor por el padre, la madre, el hijo, el hermano, el amigo y el
“Agape” el amor que se da sin medida y sin miedo, parecen haberse perdido en un
camino nostálgico en el que impera el silencio de un hombre solo sin rumbo, ni destino. Solo, ante
la incertidumbre del Ser.
Los valores
trascendentales están no obstante escondidos en nuestra alma, a punto de ser
depositados en el otro con serenidad, confianza y fe y en la esperanza de ser correspondidos.
Quizás no nos
veamos comúnmente pero nos reconocemos en nuestras miradas, nuestros gestos y
en nuestros discursos y hoy mismo, ahora y aquí entre nosotros.
Como el Amor, la Muerte
y la Locura, siempre formaron parte de nuestra vida, conocer en profundidad los
porqués y para que de nuestras existencias es un imperativo ético, producir formas de
Arte, en las que el Amor bajo forma sutil y persistente sea el modelo principal.
Quizás estas
palabras sirvan para dar cuenta de mi deseo y solo me queda preguntar, ¿cual es
el mejor deseo en la vida de Ustedes?
Bibliografía
Bauman. Z. – Amor liquido. Acerca de la fragilidad de los
vínculos humanos, Fdo.de Cultura Económica, Madrid, 2005
Barthes,R. – Fragmentos de un discurso amoroso, Siglo
veintiuno Editores Argentina, Buenos Aires, 2002
Byung-Chul,Han – La Sociedad de la transparencia, Herder
Editorial S.L., Barcelona, 2013
Fromm, E. – El Arte de Amar – Paidos, Nueva
Biblioteca, Buenos Aires, 2012
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Jorge G.Garzarelli
– ph.D.
Profesor Emérito
USAL
2020